Luceros, en Alicante; La Glorieta, en Elche y la Playa de Levante, en Benidorm y por otros tantos sitios de la provincia de Alicante una "marea roja" fue creciendo entre vítores y cánticos al son del ya popular "yo soy español...." nada más concretarse el triunfo ante Alemania. La provincia entera se volcó anoche con La Roja. Miles de aficionados se reunieron en Panoramis, donde se instaló una pantalla gigante. Camisetas, pantalones, banderas, gorros, vuvuzelas sonando en la terraza emitiendo, aunque sea por una vez, sonido celestial.

Media hora antes de que comenzara la histórica semifinal, la terraza principal de Panoramis ya estaba a rebosar. Gente por todos lados, sentados o de pie. Comenzaban los primeros cánticos: "a por ellos oé, a por ellos...", pero los decibelios subieron cuando los jugadores saltaron al césped y sonaba el himno de España.

El apoteosis llegó con el gol de Puyol en el minuto 73. La ola crecía y crecía. En Elche, miles de aficionados vieron el encuentro en una pantalla gigante instalada en la Ciudad Deportiva y miles siguieron de fiesta por las céntricas calles de la ciudad, que quedaron cerradas al tráfico.

Benidorm tampoco se quedó atrás, acallando a los aficionados alemanes que tuvieron que rendirse a la evidencia. Más 7.500 aficionados llenaron hasta la bandera el auditorio Julio Iglesias del parque de l'Aigüera. Mismos gestos, mismos rostros, idéntica alegía que en Alicante. La final necesitará de la plaza de toros.