El italiano Alessandro Petacchi (Lampre), volvió a ganar una etapa en el Tour seis años después de su última participación, sacando oro de una serie se caídas que afectaron, entre otros, al español Oscar Freire y al británico Mark Cavendish, mientras que el suizo Fabián Cancellara logró mantener el maillot amarillo de líder.

Con la suerte de su lado al esquivar las tres caídas que se produjeron en los dos últimos kilómetros, el corredor de la Spezia, de 36 años, engordó su palmarés en el Tour, inédito desde 2004, con una quinta victoria en la grande boucle, surgida del terremoto en que se convirtió la recta de llegada. Salió entre los escombros para alzar los brazos en vencedor por delante del australiano Mark Renshaw (Columbia) y del noruego Thor Hushovd (Cervélo), todos con un tiempo de 5h.09.38.

Los supervivientes continuaron en la brecha y a falta de 700 metros la carretera se transformó en un muro compacto de hombres y bicicletas donde las cabezas se confundían con las ruedas. Una imagen patética, con los corredores impotentes en el amasijo. Allí quedaron el líder, Cancellara y Contador, que lamentó en meta un golpe en la rodilla que no le impidió completar el recorrido. El reglamento, que no "pica" tiempo cuando el accidente se produce en los 3 últimos kilómetros de meta, dejó la general intacta y a los corredores envueltos en el pánico. Cancellara salvó el amarillo de la quema, así con el alemán Tony Martin la segunda plaza a 10 segundos y el británico David Millar la tercera a 20. Lance Armstrong sigue cuarto a 22 segundos y Contador sexto a 27.

Los alicantinos sobreviven

Los dos únicos alicantinos en el pelotón del Tour de Francia, Rubén Plaza y Rafael Valls, se libraron de las caídas de la jornada y llegan a la meta sin ningún tipo de problemas. El contestano Rafael Valls confesaba ayer al final de la jornada que "de alguna de las caídas me he librado de milagro, pero tanto yo como Rubén hemos llegado al final sanos. Se va muy deprisa, dentro del pelotón existen muchos nervios y la tensión es tremenda. En este tipo de etapas desgastan mucho más que las de montaña y corres el peligro de perderlo todo con una caída".

Valls es optimista y considera que "si logramos pasar estas jornadas por tierras de las grandes clásicas luego tendremos tiempo de intentar otras cosas en la montaña. De momento, toca sobrevivir como sea".