Denostada por unos y adorada por los hinchas sudafricanos, la vuvuzela se ha convertido en la banda sonora del Mundial de Sudáfrica, hasta el punto de que un profesor de música de origen español ha creado una orquesta con la base sonora de este reconvertido instrumento. Pedro Espí-Sanchis, de origen alicantino, trabaja como profesor de música en Ciudad del Cabo y, cuando vio la enorme repercusión que la vuvuzela adquirió con motivo del Mundial, se propuso aprovechar el tirón para rescatarla del olvido.

"Aunque sólo hace una nota, durante muchos años se utilizó como base para melodías tradicionales del país. Mi propósito es que se rescaten esas canciones", señaló Espí-Sanchis. Para recuperar esas músicas ha creado unas orquestas con jóvenes estudiantes de su escuela que recorren las calles de la ciudad con conciertos en los que la vuvuzela constituye la base musical. Nada que ver con el sonido ensordecedor que la ya famosa trompetilla provoca en los estadios y que Espí-Sanchis atribuye al hecho de que es tocada sin orden ni concierto.