El Mundial de Sudáfrica ya ha despedido a la mitad de los equipos, por lo que algunas de las estrellas del fútbol mundial que tenían esperanzas depositadas en el torneo como Samuel Eto,o, Didier Drogba, Frank Ribery y buena parte de los campeones italianos de hace cuatro años ya se están en casa. A casa han vuelto varios futbolistas de la misma forma en la que salieron del Mundial, por la puerta de atrás y tras una serie de actuaciones decepcionantes en lo particular, en lo colectivo y, en más de un caso, en ambos aspectos. Alguno, como el francés Ribery o el camerunés Eto,o han vivido momentos de decepción en Sudáfrica tras haber estado muy bien en sus clubes en las campañas europeas que concluyeron en mayo. Otros, como los italianos, difícilmente encontrarán consuelo a sus éxitos en sus equipos con la debacle que ha vivido su selección.

Además, para veteranos como Buffon, Zambrotta, Gattuso, Cannavaro o Pirlo, todos campeones en Alemania 2006, el trance ha sido especialmente delicado pues no había peor forma de despedirse del Mundial que tras empatar con Paraguay y Nueva Zelanda, perder con Eslovaquia y ser últimos de grupo. En la selección francesa no ha sido Ribery el peor parado, ya que su compañero Anelka lo hizo en peores condiciones, expulsado antes de tiempo por insultar al seleccionador, Raymond Domenech.

Jugadores acostumbrados al éxito como el barcelonista Eric Abidal tampoco podrá presumir de este mundial, al igual que le ocurrirá al sevillista Sebastian Squillaci, que sólo jugó en el tercer y último encuentro de su selección. En la selección de Camerún el final también fue amargo para Idrissa Kameni, portero del Espanyol que no llegó a jugar, el bético Achille Emaná, que no pudo ni ayudar a su selección a seguir en el Mundial, ni al Betis a subir a Primera División, o al mallorquinista Pierre Webo. La lista de jugadores de primer nivel que ha acompañado a Drogba en su adiós al torneo con el equipo de Costa de Marfil cuenta con su compañero de equipo en el Chelsa, Salomón Kalou, los sevillistas Didier Zokora y Romaric y el barcelonistas Yaya Touré.

Algo similar le ocurrió al central danés del Liverpool, Daniel Agger, a quien, además, se le atribuyó un autogol en una acción en la que el balón apenas le tocó, y a sus compañeros Cristian Poulsen, que jugó en el Sevilla, y Jon Dhal Tomasson, que lo hizo en el Villarreal.

A su vez, delanteros de la talla de los italianos Vincenzo Iaquinta, Antonio Di Natale, Alberto Gilardino o Fabio Quagliarella deberán ver lo que queda de torneo por la televisión, aunque quizá no tengan ganas ni de enchufarla, Otros jugadores que ya están en casa son los nigerianos Kalu Uche (Almería), Victor Ibinna (Málaga) y los serbios Iván Obradovic (Zaragoza) y Nicola Zigic, el jugador más alto del torneo que ha sido traspasado por el Valencia al Birmingham City.

El capítulo de despedidas deja fuera del torneo también a entrenadores ilustres como el italiano Marcelo Lippi y a otros que no gozan de tanta consideración como el francés Raymond Domenech, cuya destreza para resolver los problemas de su selección no ha destacado en este Mundial.

El sueco Sven Goran Ericksson (Costa de Marfil), el clásico del fútbol danés Morten Olsen, los alemanes Otto Rehhagel (Grecia) y Ottmar Hitzfeld (Suiza), el colombiano Reinaldo Rueda (Honduras) y el serbio Radomir Antic, también están en la lista de los que se han marchado a casa. Lo de Carlos Alberto Parreira, campeón en 1994 y con seis mundiales en su currículum, también dijo adiós prematuro.