La superioridad de Holanda ante Dinamarca a lo largo de todo el partido no encontró premio hasta que un autogol del conjunto danés abrió el marcador y encarriló un triunfo indiscutible de los holandeses ante un rival que nunca estuvo cerca de la victoria.

Un autogol de Simón Poulsen en la primera jugada del segundo tiempo abrió el marcador y Kuyt aseguró el triunfo local a cinco minutos del final de un partido en el que los merecimientos de Holanda para ganar resultaron incuestionables.

La selección holandesa ya llevó el peso del partido a lo largo de todo el primer periodo, aunque su aproximaciones a la portería danesa fueron muy pocas. Manejaba el balón aunque sin profundidad y Dinamarca se sentía segura, agazapada en su parcela y con el balón en su poder el mayor tiempo posible, a la espera de encontrar alguna salida letal al contragolpe.

Todo el sosiego y control de Dinamarca en el primer tiempo se fue por la borda en la jugada inicial del segundo. Van Persie centro desde la izquierda y un cabezazo del defensor danés Simon Poulsen contra su propia portería, que rozó en su compañero Agger, puso el 1-0 en el marcador en una jugada desafortunada para su equipo.

Holanda puso puesto el partido a su favor, mientras que Dinamarca introdujo dos cambios casi de inmediato con la intención de tratar de neutralizar la ventaja del rival. Sin embargo, la reacción no se produjo y Dinamarca no tuvo verdaderas opciones de igualar el encuentro. Al contrario: Kuyt puso la sentencia.

"Sabemos que somos buenos y muy creativos" aseguró posteriormente el seleccionador holandés, Bert Van Marwijk, "Algunas veces podemos ser arrogantes, y eso en algunas ocasiones nos puede hacer fuertes y en otras puede ser perjudicial".