El todavía presidente del Barcelona, Joan Laporta, manifestó ayer que Sandro Rosell recibirá como legado para sus seis años de mandato "el mejor Barcelona de la historia". "Rosell será el presidente del mejor Barça y me tendrá para todo lo que él quiera. No voy a molestar. Y si me requiere para que aporte algo, aportaré lo que pueda", dijo.

Laporta ha garantizado que no hará oposición ni pondrá "palos en las ruedas" y reconoció que erró en la estrategia para que el continuismo accediera a la presidencia y ha añadido que el problema se concretó en que tanto Jaume Ferrer como Marc Ingla, así como Agustí Benedito, estuvieron diciendo lo mismo aunque con pequeños matices.

El aún presidente ha felicitado a Sandro Rosell por haber ganado las elecciones y ha explicado que cuando le abrazó y le hizo alguna carantoña no fingió, sino que le surgió del corazón, a pesar de la tensión que ambos han vivido durante cinco años.

"Sé de la complejidad que representa ser presidente del Barcelona. Anoche era un momento importante y por eso quise estar cerca en la sala París. Le di un abrazo porque me llegó un sentimiento, porque era un día importante. El abrazo de anoche fue por recordar los buenos tiempos. No podemos olvidar el camino que hicimos juntos", ha dicho Laporta, quien ha corroborado que habrá un traspaso de poderes sin ningún problema.

A pesar de ello, Rosell mantiene que interpondrá una demanda contra Laporta el 1 de julio, después de que éste dijese que en el 2005 le primero le habló de un posible traspaso de Ronaldinho al Chelsea por 100 millones de euros con una "comisión a repartir".