La selección española llegó ayer a Sudáfrica sin prisa, como si el Mundial, el escándalo de una Johannesburgo tomada por las vuvuzelas, no fuera con los integrantes del combinado nacional. A apenas unas horas de que diera comienzo el histórico campeonato, los hombres de Vicente del Bosque irrumpieron en la capital en una parada relámpago. Tras un viaje de diez horas de madrugada, cogieron otro avión para trasladarse a Potchefstroom, a unos 120 kilómetros del Soccer City y la algarabía del comiezo del campeonato.

Una vez allí, la selección española fue recibida en el Campus de la Universidad del Noroeste, su residencia en este Campeonato del Mundo, por las autoridades locales. El alcalde de la ciudad, Andrew John Maphetle, agradeció a la Federación Española de Fútbol la elección de Potchefstroom como sede de su concentración. "Esperamos que nuestras gentes sean muy cariñosos con los integrantes de la selección nacional de España. Llevamos muchos días esperando vuestra llegada. Los niños, los más jóvenes, no paraban de preguntar cuando vendrían Torres, Puyol, Iniesta... Espero que correspondáis a ese cariño con muchos triunfos", afirmó.

La recepción terminó con la actuación de varios grupos locales, ataviados con vestimentas típicas de la zona, que ofrecieron un concierto con ritmos tribales y un espectáculo de percusión por parte de unos jóvenes. Los internacionales acogieron el acto con evidente regocijo. Luego, fueron a las habitaciones para prepararse para el entrenamiento inmediatamente posterior, en el que Andrés Iniesta, la gran duda, se ejercitó por separado. Y después, todos juntos a ver el Uruguay-Francia. El próximo entrenamiento está programado para esta mañana.

En el de ayer, el seleccionador español estuvo muy activo, corrigiendo continuamente a sus jugadores en el ejercicio principal, un partido sin porteros en mitad de campo, en el que debían tocar la pelota con un máximo de cinco toques en distintos futbolistas antes de realizar un cambio de juego. Completó todo el entrenamiento junto a sus compañeros Fernando Torres, que de nuevo mostró en su rodilla derecha una protección, y sigue ganando ritmo tras regresar a la actividad el pasado martes en el amistoso disputado ante Polonia en la Nueva Condomina. Mientras, Casillas, Reina y Valdés se ejercitaron con Ochotorena, técnico de porteros, en una sesión específica.