LA TENISTA ITALIANA FRANCESCA SCHIAVONE hizo ayer feliz a todo un país al convertirse en la primera italiana que logra un título del Grand Slam, al vencer en la final de Roland Garros a la australiana Samantha Stosur, por 6-4 y 7-6 (2). Tras confirmar su victoria en la primera bola de partido después de una hora y 38 minutos, Schiavone se lanzó al suelo de espaldas y a continuación besó otra vez la tierra de la Philippe Chatrier, tal y como hizo en los dos partidos anteriores. La jugadora de Milán envolvió con su juego típico de tierra a Stosur, semifinalista el pasado año, que llegó a este partido final con la mejor marca sobre arcilla este año, con 20 victorias.