David Mocke en la categoría masculina y su esposa Nikki Mocke en la femenina fueron los vencedores absolutos en la Eurochallenge de La Vila de kayak de mar y surfski. El deportista sudafricano David Mocke, actual campeón del mundo, batió además el record de la prueba, que estaba en poder de Matt Bouman (1:53:54), rebajando casi en dos minutos la anterior marca (1:52:04). Un total de 185 embarcaciones y 208 palistas, en las diferentes categorías tomaron parte en esta espectacular prueba, segunda de las siete que componen el calendario de la World Series, que se inició en Perth y finalizará en diciembre en los Emiratos Arabes.

El recorrido de la prueba reina, 25.000 metros, comprendía un circuito con salida y llegada en la Playa Centro vilera, junto al Club Naútico, con una primera referencia en el geiser de Benidorm, para llegar a una boya situada en la Punta del Cavall en la Sierra Helada. Acto seguido se dirigió a la Isla de Benidorm, donde dieron la vuelta para regresar de nuevo a La Vila Joiosa.

En la categoría reina, (K-1 masculina) tras David Mocke, (1:52:04) llegó su compatriota Sean Rife (1:53:21) y el español Manuel Busto (1:55:26). Otro español, Kiko Vega, ocupó la quinta posición tras el noruego Eirik Veiras. Cabe destacar que los ocho primeros clasificados en la prueba invirtieron un tiempo inferior a dos horas, al igual que las dos embarcaciones vencedoras en la categoría K-2 Veteranos A, formadas por los españoles Francisco Calatayud-Fernando Pérez (1:57:44) y Joaquín González-Rafael Esteban (1:58:01). También bajaron de las dos horas los vencedores de K-2 masculino absoluto los alicantinos José Manuel y Juan Antonio Yécora (1:52:44). Estos establecieron la segunda mejor marca de la prueba.

Mocke se impone en féminas

En la categoría femenina, tras la sudafricana Nikki Mocke (2:09:52) entró en la meta su compatriota Michele Eray (2:14:27) y la británica Chloe Bunnett (2:26:10). En K-2, las españolas Sara Martí y María Blanco vencieron con un tiempo de 2:22:36.

La meteorología y el estado del mar benefició a los palistas, que pudieron hacer tiempos muy importantes.