Resulta difícil de entender cómo el Meridiano es capaz de mostrar dos caras tan distintas en tan poco espacio de tiempo. Si ante el Murcia el equipo alicantino rozó la perfección, el Bizkaia Arena de Bilbao presenció la peor versión lucentina tres días después. Debió guardarse el conjunto de Quintana para este encuentro algunos de los puntos que le sobraron el pasado domingo ante el Murcia.

El Meridiano continúa sin ganar a domicilio y, aunque la actitud de los jugadores no se pareció a la de Granada, resulta preocupante la manera de bajar los brazos a las primeras de cambio ante un rival que se fue creciendo por momentos. Ni defendió ni supo atacar el equipo de Óscar Quintana. Cuando los alicantinos quisieron reaccionar, ya era demasiado tarde al llegar la ventaja a los 21 puntos en el tercer cuarto (56-35).

En plena remontada del Meridiano tras un parcial de 2-11 y situarse a 12 puntos, Óscar Quintana perdió los nervios y los árbitros le señalaron una segunda técnica, por lo que fue descalificado dejando a su ayudante, Diego Tobalina, al frente del equipo en el último cuarto. La única misión, pues, fue maquillar el resultado todo lo posible, pero el partido ya se convirtió en una exhibición del Bilbao.

El primer cuarto, un lastre

Tardó más de tres minutos el Meridiano en anotar su primera canasta. Era sólo un presagio de lo que vendría después ante un Bilbao mucho más motivado que encontró todas las facilidades del mundo para irse al descanso con el partido casi sentenciado (47-31). Quintana no dio entrada a Andriuskevicius hasta bien entrado el primer cuarto. Esta tardanza en reaccionar ante la sangría de puntos de Markota (12 en los primeros diez minutos) hizo que su equipo dejara jugar al conjunto vasco a su antojo. Ni Austin ni Hill hacían nada por evitar el baile del Bilbao mientras Llompart dejaba toda la responsabilidad a Avdalovic, el único con una actuación, cuanto menos, discreta. Así, con un claro 24-12 finalizó un primer cuarto para olvidar.

No fueron mejores los siguientes minutos en los que el Bilbao adquirió una renta de 20 puntos (42-22). La diferencia en el rebote (19 a 13) fue un lastre para el Meridiano que fue incapaz de contener a Mumbrú. Sólo Avdalovic evitó que el equipo alicantino hiciera el ridículo en el monumental Bizkaia Arena.

No parecía el día del Meridiano empeñado en dar vida a un rival que afrontaba el encuentro con ansiedad después de haber conseguido una única victoria desde que empezó la temporada.

La absoluta inoperancia defensiva (sólo ocho faltas cometidas en los primeros 20 minutos da una idea de la intensidad alicantina) y la falta de ideas en ataque hizo que al descanso el choque pareciera prácticamente sentenciado (47-31) con una pobre imagen lucentina.

No varió el escenario en los siguientes minutos. Salvo la tímida reacción (2-11) en el último tramo del tercer cuarto con expulsión incluida de Quintana, el Meridiano mereció la derrota con toda justicia. Austin, ahora sí, era la única referencia ofensiva, pero sus puntos no sirvieron absolutamente para nada.

Llegó la quinta derrota del equipo alicantino que deja en el olvido el partido ante el Murcia en vísperas de disputar el derbi ante el Valencia.

BILBAO 80: Blums (8, Mumbrú (13), Banic (13), Markota (15), Vázquez (-), Moiso (6), Rodríguez (5), Guardia (3), Seibutis (7), Salgado (4), Conley (4), Hampl (2)

MERIDIANO 58: Avdalovic (9), Urtasun (9), Stojic (4), Katelynas (3), Austin (17), Rejón (-), Llompart (2), Cazorla (3), Andriuskevicius (7), García (-), Hill (4)

PARCIALES: 24-12, 23-19, 13-15 y 20-12

ÁRBITROS: Perea, Fernández y Pérez.

PABELLÓN: Bizkaia Arena. 8.000 espectadores.