Ni los mejores sueños hubieran situado al Meridiano por encima del Madrid (61-62) a falta de cinco minutos para el final del partido. La épica estuvo a punto de gestarse en Vistalegre con una excelente versión del equipo alicantino que dejó mudo por momentos al ruidoso pabellón madrileño. Un parcial de 12-2 rompió todas las esperanzas de hacer historia y la sensación de haber perdido una oportunidad de ganar por primera vez en Madrid.

Sólo se le pedía al Meridiano ser capaz de competir. Y lo hizo con sobresaliente de nota. Llegó a un apretado final después de brillar con mayúsculas durante los dos primeros cuartos (26-37, antes del descanso) y mantuvo el tipo en la segunda parte pese a encontrarse con un enrabietado Madrid. Katelynas fue la gran sensación (21 puntos, 8 rebotes) y Andriuskevicius volvió a hacer que nadie echara en falta a Austin. Un dato que sin duda marcó el desenlace: El Madrid lanzó 41 tiros libres (anotó 31) por los 15 del Meridiano. Los árbitros respetaron más, como siempre, al más grande. Pese a ello, los de Quintana se fueron de Vistalegre con la cabeza bien alta aunque algo cabizbajos por haber tenido la proeza tan cerca.

Ante la incredulidad de los presentes, el Meridiano llegó al descanso con nueve puntos de ventaja sobre el Madrid. El conjunto alicantino rozó la perfección en defensa ante un rival que quedó ensombrecido por el ímpetu de los jugadores lucentinos. Colosal Andriuskevicius bajo el aro, la zona lucentina no concedió el mínimo privilegio a los madridistas y el Meridiano mandó tanto en la pista como en el marcador a lo largo de unos magistrales primeros 20 minutos de juego. Sin presión, el conjunto de Quintaba dejó al Madrid con unos irrisorios porcentajes de tiro (4 de 12 en tiros de dos y 3 de 11 en triples). Mientras, los alicantinos fueron muy superiores en el rebote (13 por 19) y más ordenados en ataque.

El primer cuarto cumplió con las exigencias de Quintana. Siempre en el partido, defensa asfixiante y paciencia en ataque. Con Andriuskevicius de estrella en la pintura, el Meridiano puso un candado en la zona en el momento justo, cuando el Madrid no estaba fino en los lanzamientos (Prigioni, irreconocible). Con 15-16, el encuentro entra en su segundo acto por el camino correcto. El argumento fue el mismo. El Meridiano deja al Madrid en unos píricos 13 puntos con una exhibición defensiva y un ataque demoledor. La ventaja fue aumentando hasta llegar a los 11 puntos. Muy bien Avdalovic (6 asistencias) y excelente Andriuskevicius.

Punto de inflexión

Un parcial de 12-0 en apenas dos minutos tras el descanso derrumbó gran parte de las esperanzas lucentinas. Hansen y Garbajosa ponen la lógica en el marcador y el Madrid coge el mando con un gran Velickovic. Pese a la sangría de puntos madridista, el Meridiano no perdía la cara al partido y con un parcial de 0-7 en los últimos instantes deja todo por resolver en el último acto.

Igualdad absoluta durante los primeros cinco minutos (Katelynas en el banquillo pese a ser el mejor ["estaba cansado", Quintana dixit]) hasta que los tiros libres desequilibraron la balanza hacia los blancos. Nunca el Meridiano ha estado tan cerca de la proeza en Vistalegre.

REAL MADRID 78: Prigioni (6), Bullock (10), Hansen (8), Lavrinovic (7), Garbajosa (13), Llull (7), Kaukenas (8), Velickovic (15), Vidal (2), Hervelle (2)

MERIDIANO 68: Avdalovic (8), Hill (9), Katelynas (21), Andriuskevicius (14) , Stojic (3), Cazorla (2), Rejón, Llompart (4), Urtasun (7), García

PARCIALES: 15-15, 21-13, 26-14 y 24-17

ÁRBITROS: Mitjana, Monserrat y Sanchez

PABELLÓN: Palacio de Vistalegre. 8.000 espectadores.