El punto fuerte del Kikinda, rival del Mar Alicante mañana (13.00 horas, Pitiu Rochel) en la tercera ronda de la Copa EHF, es el lanzamiento exterior. Si las jugadoras del equipo alicantino son capaces de contrarrestar sus ataques, minimizar los errores y no caer en la precipitación que les llevó a ir a remolque en la primera parte en Serbia, el técnico del Mar Alicante, Esteban Roig, lo tiene claro: "Nos llevamos el partido seguro".

El equipo alicantino está ante la cita más importante de su historia: acceder a octavos de una competición europea. A pesar de ello, a las jugadoras no les tiembla el pulso. Prácticamente todas ellas cuentan con experiencia en en competiciones continentales. El empate logrado en Serbia (28-28) después de solventar tras el descanso la desventaja inicial "ha reforzado" al vestuario, reconoce Esteban Roig, quien asegura que el estado anímico de las jugadoras se encuentra "al cien por cien".

Quien se dejará el aliento en las gradas, junto al resto de aficionados, será la jugadora Bea Fernández. El entrenador prefiere no arriesgar y que la rotura muscular que padece se convierta en una lesión "más larga y más grave".

Del resto de jugadoras, Esteban Roig podrá contar con todas a pesar de que ha sido una semana de entrenamientos "más intensos de lo normal" y ha habido "algún golpe" sin consecuencias porque el equipo ha entrenado más fuerte. Tan sólo Nuria Benzal ha estado constipada unos días aunque este motivo no le impedirá jugar mañana.