El partido no pasará a la historia por su calidad pero sí por dar al Meridiano un respiro después de tres derrotas consecutivas. La lesión de Austin a los 34 segundos de partido no varió en absoluto el guión. Es más, la temprana presencia de Andriuskevicius en la pista dotó al equipo de enorme solidez en la pintura ante un Manresa totalmente negado de cara al aro (2 de 24 en triples) que sobrevivió en algunos tramos gracias a los tiros libres. El Meridiano dio un importante paso sin la ayuda de sus americanos. Austin sólo jugó medio minuto mientras que Hill anotó la irrisoria cifra de 3 puntos en 22 minutos. La aportación del escolta se limitó a dar asistencias (4) y recuperar balones (3).

Después de los últimos resultados, el Meridiano necesitaba oxígeno por la vía de la urgencia. Lo encontró a costa de un Suzuki Manresa que acabó totalmente desquiciado desde el perímetro. La lesión de Austin nada más comenzar el partido pudo haber variado el argumento del partido, pero nadie le echó en falta sobre el parquet. Andriuskevicius le sustituyó y se ganó a la afición con su carácter y sus tres mates. Así arrancó el encuentro en el Centro de Tecnificación. El lituano mandaba en la pintura y Avdalovic pasaba por encima de San Miguel. El serbio recuperó sus constantes vitales aunque fue de más a menos en el choque y Llompart cogió su testigo de forma sobresaliente. El Meridiano actuaba con solvencia aunque sin grandes alardes. Tampoco era necesario ante un rival que tan sólo fue capaz de sumar dos puntos de valoración en los primeros diez minutos.

Un parcial de 8-0 para el equipo alicantino con Urtasun como protagonista desnivela la balanza (29-15). Los lucentinos cogen carrerilla y el Manresa sólo anotaba desde el tiro libre (14 convertidos de 18 lanzados en este cuarto) hasta el punto de estar siete minutos sin anotar ni una sola canasta. El Meridiano era el claro dominador y llegó al descanso con diez puntos de renta (39-29). Mucha menos diferencia de lo que reflejaba el juego de ambos equipos.

Tras el descanso, el baloncesto brilló por su ausencia. Restaban cinco minutos para el término del acto y el parcial reflejaba un pírrico 3-2. El aro repelía absolutamente todo y el tiempo sólo jugaba en favor del Meridiano. Llompart hacía daño con sus penetraciones al tiempo que el Manresa no encontraba la fórmula para hacer canasta. Llegó a lanzar 24 veces desde la línea de tres y sólo anotó 2 triples. El partido entró en su decisivo acto con todo resuelto (54-39).

El Meridiano comenzó a pensar en el futuro y en hacer la diferencia cada vez más amplia de cara al "basket average" entre dos equipos que, si no cambia de forma radical el decorado, sufrirán hasta el final por la permanencia en la ACB. Quintana exigía más y más y sus contínuos y exagerados gestos hablaban por sí solos.

Al final, victoria holgada en un partido sin brillo pero efectivo que sirve para tranquilizar los ánimos y alejar los focos que alumbraban al técnico.

MERIDIANO 71: Avdalovic (9), Hill (3), Katelynas (6), Austin , Stojic (9), Cazorla (4), Rejón (2), Llompart (10), Urtasun (7), Andriuskevicius (11), García (10)

MANRESA 54: San Miguel (9), Montáñez (4), Toledo, Alzamora (9), Nivins (14), Grimau (6), Llorca, Gladyr (3), López (2), Ruffin, Ivanov (7)

PARCIALES: 19-12, 20-17, 15-10 y 17-15

ÁRBITROS: Pérez, Murgui y Muñoz.

PABELLÓN: Centro de Tecnificación. 4.000 espectadores.