Si hay un partido para Óscar Quintana marcado en rojo en el calendario, ése es el de este mediodía en el Centro de Tecnificación (12.30 horas). El Meridiano necesita ganar al Suzuki Manresa para no utilizar con mayor asiduidad la palabra crisis y volver a dudar de la idoneidad del técnico cántabro al frente del banquillo. El conjunto catalán lucha, en teoría, por los mismos objetivos que el Meridiano, aunque eso sí, su arranque de temporada ha sido muy distinto (tres victorias y una derrota).

Los alicantinos son conscientes de la importancia de este partido en la víspera de jugar ante el Real Madrid, por lo que la urgencia del triunfo es evidente ante una afición que no perdonará más errores.

Tanto Austin como Hill serán observados con lupa. Los americanos no han dado la talla hasta el momento y hoy afrontan una verdadera prueba de fuego. El pívot ha experimentado una ligera mejoría en ataque mientras que el escolta se encuentra desaparecido. De cualquier forma, urge conseguir la victoria para no ver al equipo en lo más bajo de la clasificación.

Otro de los atractivos del partido será el duelo de entrenadores. El técnico del Suzuki Manresa, Jaume Ponsarnau, se enfrenta al que sustituyó, Óscar Quintana, quien dirigirá su partido 250 en la ACB.

Una diferencia entre la plantilla manresana y la alicantina es que Ponsarnau ha renovado completamente la suya, con seis jugadores nuevos, mientras que Quintana ha mantenido la base del equipo que consiguió el ascenso.

También destaca la diferencia en las defensas, ya que la del Suzuki es la quinta mejor de la competición (con una media de 70 puntos recibidos) y, en cambio, la del Meridiano es la segunda peor (86,5 puntos recibidos).

El Manresa podrá contar con todos sus jugadores a excepción de Brian Cusworth, sustituido por Michael Ruffin, que ha tenido toda la semana para irse aclimatando y asumiendo los sistemas de juego.

Quintana también cuenta con toda la plantilla tras recuperarse Katelynas de una fuerte contusión lumbar que le tuvo dos días sin poder entrenar. Para el técnico, la clave del partido estará en la defensa que sea capaz de realizar su equipo y en poder mantener una regularidad e intensidad en el juego durante los cuarenta minutos de partido.