Más de lo mismo. El Meridiano fue vapuleado por tercera jornada consecutiva ante un Fuenlabrada que contó con un prodigioso Fitch que anotó 41 puntos -30 al descanso-. De cualquier forma, el problema no fue sólo el escolta americano y la magia de otro grande, Batista. De nuevo, la indolencia defensiva, la la falta de un base resolutivo y la carencia de un juego interior decente provocaron un pobre partido de un equipo que reaccionó demasiado tarde (10-25, último parcial).

El Meridiano sólo duró 15 minutos. Vivió mientras las canastas entraron. A partir de ahí, el equipo alicantino fue una marioneta, un equipo ridículo incapaz de frenar a un crecido Fuenlabrada que hacía disfrutar a su público. Lo mismo que los espectadores de Granada, también testigos de las miserias lucentinas diez días atrás.

Al margen de los "pecados" del equipo alicantino, Fitch firmó una actuación fuera de lo común. Relevó a Perasovic como máximo anotador en un partido en toda la historia del Fuenlabrada. Anotó canastas de todos los colores. Ni Urtasun, ni Hill, ni Cazorla ni Stojic lograron frenar su sangría de puntos en un día que nunca olvidarán los aficionados que acudieron al Fernando Martín.

Inicio prometedor

El Meridiano no tiene secretos. En el momento en el que deja de anotar se acaban todos sus argumentos. Un parcial de 19-2 en el segundo cuarto echó por tierra todo el trabajo ofensivo -que no defensivo- realizado durante los primeros 15 minutos. Nadie fue capaz de frenar a Fitch, que anotó de forma asombrosa 30 puntos al descanso ante la mirada incrédula de Urtasun. Aguantó el Meridiano todo lo que dio de sí su efectividad ofensiva. El Fuenlabrada basaba su juego en un monólogo de Fitch y Batista mientras la defensa lucentina se dedicaba prácticamente a observar el partido con una actitud que adolecía de la ambición necesaria para plantar cara. Quintana se ganó de nuevo una técnica por protestar que dejaba a su equipo convertido en un juguete roto en manos de un rival crecido por momentos.

Los 16 puntos de Fitch en los primeros 10 minutos no fueron obstáculo para mantenerse cerca del Fuenlabrada. Lo fue gracias a las penetraciones de Urtasun y al orden ofensivo del Meridiano. Intercambio de golpes por parte de ambos equipos hasta llegar al término del primer acto con todo por decidir (27-27).

Fitch siguió a lo suyo. El Meridiano, también. Ataque sin defensa. Mientras entraron las canastas, todo bien. Cuando el aro repelía los lanzamientos y era el turno de defender, adiós. Parcial de 15-0, técnica a Quintana, más puntos de Fitch y a rezar para el tercer cuarto.

Tras el descanso, no se puede decir que el panorama mejorara algo. Al contrario, empeoró. Fitch mantuvo su nivel anotador, mientras que el Meridiano también siguió a lo suyo, es decir, incapaz de competir. Por su parte, Austin aparecía con cuentagotas aunque más acertado que de costumbre bajo el aro. En cualquier caso, no ejerció de jugador de referencia. Ni él ni Avdalovic, otra de las preocupaciones del conjunto de Quintana. Ayer firmó una valoración negativa y fue incapaz de hacer jugar a sus compañeros.

Con el partido ya sentenciado en el tercer cuarto, el objetivo -como ante Granada y Caja Laboral- se basó en maquillar la derrota, regresar a Alicante con la menor diferencia de puntos posible una vez que lo que se dice competir, no se compitió.

Con Urtasun como jugador más motivado del Meridiano, el conjunto lucentino fue reduciencia distancias aprovechando la lógica relajación del Ayuda en Acción Fuenlabrada. El equipo de Óscar Quintana se situó a sólo 12 puntos (80-68) a falta de 4 minutos para el final. No podía ser otro quien rompiera la racha lucentina: triple de Fitch más personal. Todo resuelto. Festival del conjunto local a costa de un Meridiano roto que pareció poner más ganas cuando el signo del choque estaba más que resuelto.

Así, tercera derrota consecutiva del Meridiano en un partido marcado por la capacidad anotadora de Fitch.

FUENLABRADA 90: Thomas (3), Mainoldi, Batista (23), Fitch (41), Sandes (11), Antelo, Laviña, Colom, Burstein, Berzins (12)

MERIDIANO 82: Avdalovic (2), Urtasun (20), Katelynas (10), Austin (10), Stojic (12), Cazorla (5), Rejón, Llompart (10), Andriuskevicius (7), García (1), Hill (5)

PARCIALES: 27-27, 27-13, 26-17 y 10-25

ÁRBITROS: Bertrán, Guirao y Sacristán.

PABELLÓN: Fernando Martín, 5.600 espectadores.