Los alpinistas ilicitanos de la expedición "Reto Everest" alcanzaron el pasado sábado la cumbre del Cho Oyu, el sexto pico más alto del mundo con 8.201 metros, situado en el Himalaya de Nepal.

José Antonio Tarí y Jaime Antón fueron los privilegiados en alcanzar la cumbre y a su regreso al campo base explicaron como había sido el asalto final al Cho Oyu. "Después de llevar varias noches en los campamentos de altura, junto con los demás compañeros de equipo para instalar el campo III, y pese a que la lógica en altura debíamos descender al campo base con el fin de recuperar antes de atacar la cumbre, vimos que nos encontrábamos físicamente bien y, con el fin de aprovechar una ventana de buen tiempo prevista para el 25 y 26 de septiembre, decidimos permanecer un día y medio en el campo I (a 6.400 m. sabiendo que ésta no es una altura en la que el cuerpo se recupera totalmente), y así partir el 24 de septiembre hacia el campo II (a 7.100 m.), llegando el día 25 al campo III (a 7.500 m.) y poder lanzar el ataque a la cima el 26 de septiembre".

"Mientras ascendíamos -prosiguen los montañeros ilicitanos- al campo III, el buen tiempo prometido se estropeó y una ventisca con nevada nos complicó bastante la llegada a la última tienda de altura. Allí pasamos unas horas sin poder pegar ojo, escuchando la ventisca golpear la tienda toda la noche y la nevada que iba cubriendo la tienda, riéndonos del pronóstico que se había dado para ese día".

"A la 1 de la madrugada, sin haber podido dormir una sola hora, comenzamos a derretir nieve para preparar un desayuno y los termos que llevaríamos durante la ascensión. Poco a poco vimos cómo la nevada y el viento iban cesando por completo. A las 4 partimos finalmente del campo III hacia cumbre, mientras nos cruzábamos con algún sherpa y su cliente enfundado con su máscara de oxígeno, que regresaba exhausto tras haberse atemorizado en una banda de rocas que hay que superar mediante algún paso de escalada mixta, asegurado a una cuerda fija allí instalada", cuentan. A las 12.30 horas del sábado 26 de septiembre, Tarí y Antón coronaron con éxito la cumbre del Cho Oyu. "Tras soportar un cansancio extremo y temor a congelaciones de algunos dedos de los pies, que afortunadamente sólo quedado en eso, hollamos los 8.201 metros, la sexta cumbre más alta del planeta, extendiendo la bandera ilicitana en lo alto de esta montaña. Tras las ocho horas y media de ascenso, tuvimos que reservar fuerzas para bajar al campo II, donde pudimos descansar después de 5 horas de descenso", explican.

El resto de la expedición ilicitana que completan Juan Agulló, Alejo, Francis y Traso, tras descansar tres días a 5.700 metros de altitud. en el campo base, partieron ayer hacia los campos de altura, con el fin de poder alcanzar la cumbre del Cho-Oyu el próximo jueves 1 de octubre para rematar el éxito de esta expedición para todo el alpinismo ilicitano.