El pasado mes de noviembre se disputó el partido Crevillente-Eldense, encuentro de Primera Regional Juvenil. Ganaban los de Elda por 2-3 cuando el árbitro aplicó tres minutos de descuento antes de dar por concluido el partido. "En ese momento forcejeron dos jugadores y el meta del Eldense, Víctor Manuel Miranda, mi hijo, al tratar de separarlos recibió un puñetazo que le derribó", explica Manuel Miranda, padre del portero del Eldense. "Estando mi hijo en el suelo otro jugador del Crevillente intervino en la refriega y le dio una patada en la cabeza dejándolo inconsciente", dice.

Una ambulancia trasladó al meta eldense al Hospital de Elche. "Fue atendido pero nos dijeron que debía ser trasladado al Hospital de Elda. Cuando llegamos mi hijo fue ingresado y quedó durante cuatro días en observación mientras le realizaron diversas pruebas médicas".

Manuel Miranda comenta que "no presenté denuncia contra el jugador que le dio la patada a mi hijo en la cabeza y le rompió además un diente". Cuando Víctor Manuel Miranda fue dado de alta en el centro hospitalario de Elda "tuvo que seguir siendo atendido por un masajista de privado hasta que se recuperó y, además, aboné la factura del odontólogo".

Cerca de 800 euros

Ha pasado el tiempo y Manuel Miranda ha tratado de recuperar el importe que gastó en médicos, "pero no he podido cobrar nada de los casi 800 euros que me costó todo". Asegura que contactó con la delegación en Alicante de la Federación Valenciana de Fútbol para ver si por medio de la mutualidad podía recuperar el dinero. "No he conseguido nada. Además, el Eldense contactó con la Federación para que fuera el Crevillente el que corriera con los gastos ya que el agresor fue un jugador de ese equipo". Pasó el tiempo y le denegaron el dinero, "porque el club no se hacía responsable de los daños que ocasionó su jugador", dice.

Miranda, meses después del incidente, confiesa estar "desamparado", siente "rabia e impotencia". No por el dinero que ha gastado, sino porque "no se ha hecho justicia", y aunque sigue esperando una solución se consuela diciendo que "lo importante es que mi hijo se ha recuperado y espero que no vuelva a suceder".