El Mar Alicante estará la próxima temporada en Europa. El conjunto alicantino consiguió el sueño después de vencer, con más apuros de los previstos, al Zuazo de Barakaldo, por 24-23. De esta forma, el club que preside Toni Navarro tomará, tras muchos años, el relevo del histórico Calpisa que paseó el nombre de la capital de la Costa Blanca por el Viejo Continente.

No por esperado fue menos celebrado. El pabellón Florida Babel se vistió de gala. Lleno a rebosar, con una charanga que creó una ambiente festivo y la grada ondeando banderas con los colores blanco y azul.

El equipo vasco opuso resistencia, no en vano se jugaba la permanencia. Las alicantinas no se despegaban en el marcador y los nervios florecieron, sobre todo, durante la primera parte. Al descanso se llegó con el marcador de 11-10 para el Mar Alicante.

Tras el descanso, el guión seguía siendo el mismo. Incluso, en el minuto 11, el Zuazo se puso por delante en el marcador y el miedo apareció. Pero el cambio de portera, con Llanos sustituyendo a Maru Sánchez, y el acierto ofensivo de Bea e Isa Ortuño, que marcó cuatro goles de forma casi consecutiva, permitieron a las alicantinas ponerse 22-21. Las vascas empataron, pero Ortuño anotó el 24-23 definitivo a falta de 30 segundos. Con el pitido final, el pabellón fue una fiesta, las jugadoras empezaron a cantar "A Europa a Europa". Muchas lágrimas aparecieron, especialmente en el presidente, Toni Navarro, que reconoció al final de partido que "es un sueño de siete años de trabajo y lo hemos conseguido a falta de cuatro partidos. Era lo que queríamos, ir a Europa y se ha logrado. Ahora, la próxima pretensión será luchar por el título".

Tras el partido, jugadoras, cuerpo técnico y afición se subieron en el Turibus de la ciudad y recorrieron las principales calles de Alicante hasta llegar a la fuente de la Plaza de Toros donde de nuevo hubo celebración. La noche continuó con una cena que se alargó hasta altas horas.