La relación de Alonso con el vino de Castilla La Mancha comenzó en el verano de 2004, cuando su manager visitó por casualidad una bodega de Cuenca, Calzadilla y decidió que uno de sus vinos podía ser el regalo con el que el piloto quedara bien con sus compromisos profesionales y que a su vez fuera cien por cien español.

El gerente de la bodega manchega Francisco Uribes detalló a Efe, que el equipo de Alonso se llevó muestras en septiembre de 2004 y en diciembre recibieron una llamada en la que pedían un encargo de 1.700 botellas del vino de la añada 2000 para compromisos del bicampeón de Formula 1 en Inglaterra.

A partir de ese momento Bodegas Calzadilla, que empezó elaborando 3.000 botellas en el año 1992, superó sus espectativas de venta, ya que en la actualidad produce 75.000 botellas al año y una tirada exclusiva de 1.500 magnun con el nombre Colección Fernando Alonso Calzadilla.

"Hicimos el diseño de la botella de la añada 2000 a medias", el número ocho la posición que entonces el piloto ocupaba en Renault, aparecía en la cápsula y en la etiqueta podía verse una bandera de meta de los coches de Formula 1 y el nombre de la bodega de fondo, destacó Uribes.

Apuntó que en el 2005 volvieron a hacer otro pedido de 1.500 botellas esta vez de la añada 2001 y cambiaron la etiqueta, en esta ocasión los colores de Renault cubrieron toda la botella; y por último en el 2006 la botella de la cosecha 2002 estaba vestida con la bandera de España y con el nombre del piloto.

El gerente de la bodega reconoció que desde que Alonso eligió su vino para representarle fuera de España, tiene una tarjeta de presentación vaya donde vaya, y le es más fácil dar a conocer su bodega.

El vino elegido por Alonso para regalar a sus compañeros del mundo del motor este año fue el Calzadilla de la añada 2002, un coupage compuesto de distintas variedades entre ellas, tempranillo 60%, cabernet sauvignon 20%, garnacha 10% y syrah en un 10%, procedentes de un pago de 15 hectáreas situado en la Alcarria Conquense, sobre un valle que se eleva a 900 metros de altitud.

El paladar elegido por el bicampeón del mundo de Formula 1 es cálido y elegante, de un color picota, con borde granate, muy cubierto y brillante, que recuerda en nariz a frutos rojos como la ciruela; la mermelada y los lácteos también está muy presentes, según la nota de cata de la bodega.

Aún quedan 500 botellas de la colección especial, que el piloto ha puesto a disposición de sus fans en su página web www.fernandoalonso.com .