El Papa impuso ayer el anillo cardenalicio al arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, durante una misa solemne en la que subrayó que la obligación de de los 23 nuevos cardenales es «anunciar al mundo la verdad de Dios». «En el anillo cardenalicio está representada la crucifixión y os invita a recordar de qué rey sois servidores. Con este anillo estáis llamados a dar la vida por la Iglesia», dijo el Pontífice a los nuevos purpurados. Tras la homilía y ante unas siete mil personas que llenaban el templo y unas 40.000 que estaban en la plaza, el Papa procedió a esta entrega de los anillos.