No sólo las casi treinta mil personas que asistieron a los espectáculos que Serrat y Sabina ofrecieron en Santiago y Viña del Mar, sino también la prensa especializada se rindió ante el lúdico y alegre espectáculo que presentaron ambos artistas que, a decir de los comentarios, "demostraron su plena vigencia".

"Un deleite", "la rompieron", "irrepetible" son algunos de los calificativos que mereció la etapa chilena de una gira que comenzó hace varios meses en la ciudad de Zaragoza y que al final sumará un total de 60 conciertos en España y diversos países de América Latina.

La Quinta Vergara, de la ciudad de Viña del Mar, fue el escenario donde hasta la madrugada de este domingo unas 15.000 personas disfrutaron del talento de ambos cantantes, tal como habían hecho en la víspera otras tantas reunidas en el Velódromo del Estadio Nacional de Santiago.

En Viña del Mar y durante casi tres horas, los dos artistas arrancaron ovaciones múltiples al desempolvar su repertorio de grandes éxitos y cantaron -juntos o por separado- temas de la talla de "Mediterráneo", "Penélope", "Sin embargo" o "19 días y 500 noches".

Además de la buena música, no faltó el buen humor, incorporado en el espectáculo a través de diálogos mordaces y, en ocasiones, algo picantes entre los dos cantautores, que provocaron las carcajadas del público de forma reiterada.

El espectáculo empezó con un mensaje, retransmitido por las pantallas gigantes del recinto, del conocido periodista español Iñaki Gabilondo, que comunicó a los asistentes la suspensión del recital por encontrarse en el hospital los dos cantautores españoles.

Sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de una sirena de ambulancia y, en ese instante y entre las sonrisas y los aplausos de un público ataviado con mantas para soportar a la intemperie los 9 grados de temperatura, Serrat y Sabina saltaron al escenario, interpretando una animada mezcla entre "Ocupen su localidad" y "Hoy puede ser un gran día".

Al inicio del recital Sabina espetó un emocionado "u00A1Viva el caldillo de congrio!", mientras que su compañero, que no quiso quedarse atrás, le replicó con otro "u00A1Viva!" del mismo tipo dirigido a los "erizos al matico".

Un tercer vitoreo, esta vez a dúo, dio por terminada la introducción al concierto: "u00A1Viva Chile, mierda!".

Por otra parte, ambos artistas realizaron su homenaje particular a la folclorista chilena Violeta Parra. Serrat interpretó la mítica "Mazúrquiza Modérnica".

Su compañero de escenario, en tanto, le dedicó a Violeta Parra algunas estrofas de un tema que termina repitiendo hasta la saciedad la frase "pregúntale a los milicos (palabra con la que se nombra cotidianamente a los militares en Chile); qué hicieron en La Moneda".

Más allá de un repertorio que incluyó temas como "Tu nombre me sabe a hierba", "Lucía", "Quien me ha robado el mes de abril" o "Princesa", los dos artistas interpretaron también "El muerto vivo" de Peret, considerado uno de los máximos exponentes de la rumba catalana.

Asimismo, Serrat y Sabina se atrevieron con los instrumentos cuando, al final del recital, echaron mano a bombo y platillos, y también con el baile, formando pareja en un par de valses.