T al y como él había deseado, el féretro de Fernando Fernán-Gómez abandonó ayer el Teatro Español camino del cementerio de la Almudena de Madrid acompañado de los acordes de su tango favorito, «Caminito», que interpretó el cantaor Enrique Morente. La emotiva despedida del cuerpo del actor estuvo también protagonizada por la enorme ovación que le brindaron las numerosas personas que se concentraron tanto en el interior del teatro como en el exterior, en la Plaza de Santa Ana, para dar su último adiós al actor, que fallecía el pasado miércoles a los 86 años. Fue incinerado en una ceremonia íntima, sólo para la familia, sobre las 13.00 horas.

La música argentina ha sido la protagonista del último adiós a Fernán-Gómez. Tangos como «Caruso», «Mi Buenos Ares querido» o «Cambalache», sonaron en la capilla ardiente por donde pasaron miles de personas, numerosos amigos y personalidades. Y también ayer, por expreso deseo de su mujer, Emma Cohen, el féretro del dramaturgo abandonó el Teatro Real rumbo al cementerio de la Almudena acompañado de los acordes de «Caminito», que interpretó el cantaor Enrique Morente acompañado de un acordeón y mientras una pareja bailaba sobre el escenario. Terminada la actuación, Morente señaló que para él era un «orgullo» cantar para el académico de quien dijo que «siempre ha sido él desde que empezó, Fernando Fernán-Gómez fantástico y maravilloso».

La emoción se vivió con mayor intensidad cuando el ataúd del escritor, cubierto por la bandera anarquista, salía a la calle y recibía la ovación de las personas que se concentraron en la puerta del teatro para despedirse del madrileño, mientras unos altavoces seguían reproduciendo la actuación de Morente. La viuda de Fernán-Gómez agradeció con más aplausos y abrazos el apoyo recibido por parte del público anónimo y por sus amigos, que en muchos casos repitieron la visita de ayer.

Las actrices Pilar Bardem y Nuria Espert no dejaron sola en ningún momento a Cohen, quien continuó recibiendo a actores como Pepón Nieto, Marisa Paredes o Alicia Moreno durante la mañana, poco antes de que cinco coches fúnebres emprendieran el camino hacia el crematorio de la Almudena. En los tres primeros vehículos, las coronas de flores, que llenaron el escenario, los pasillos y hasta el segundo piso del teatro, en el cuarto el fallecido y cerrando la comitiva, su mujer, que pidió intimidad para la ceremonia de incineración, que se produjo sobre las 13.00 horas.

Condecoración El académico recibirá a título póstumo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X «el Sabio», según acordó ayer el Gobierno, durante el Consejo de Ministros. En la rueda de prensa realizada tras la la reunión, la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, destacó que Fernando Fernán-Gómez fue «un hombre que supo crear en múltiples disciplinas y que reunió las virtudes del humanismo en su más amplia dimensión».

Del mismo modo, calificó al actor de «renacentista de nuestro siglo» y afirmó que con esta condecoración, el Gobierno quiere «rendir homenaje a su figura y su obra». De igual manera, el Ayuntamiento de Madrid también quiso reconocer la trayectoria del académico y ayer su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón ya anunció que el Centro Cultural de la Villa de la capital, llevará el nombre del cineasta.