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El último superviviente de la Armada Invencible

El actor alicantino Fernando Corral recrea en una película documental la vida del capitán español Francisco de Cuéllar tras la derrota y naufragio de su barco en la playa irlandesa de Streedagh en 1588

Fernando Corral soportó temperaturas de tres grados, lluvia o granizo durante el filme. información

En la debacle de la Armada Invencible en tierras del Reino Unido, en el fuego de los cañonazos y la violenta tormenta donde el mar se elevaba al cielo, tres barcos españoles perecieron y naufragaron en la playa irlandesa de Streedagh, en Irlanda. Entre ellos, de los más de 1.000 soldados, solo quedaron unos 200 que fueron sometidos a palizas, robos, torturas, humillaciones y toda clase de vilipendios. El capitán Francisco de Cuéllar, escondido en la maleza, sobrevivió y malvivió en un viaje de 7 meses que ahora una película documental recrea con el actor alicantino Fernando Corral de protagonista. Una travesía histórica basada en hechos reales, a partir del testimonio del capitán Francisco de Cuéllar en las 20 cartas que fueron remitidas a Felipe II.

«Aquí se trata con mucho respeto lo ocurrido con la Armada Invencible, y hay numerosas placas que recuerdan a los soldados españoles caídos en la batalla y que murieron en esta tierra. Incluso hay una ruta que está dedicada al capitán Francisco de Cuéllar, y que cualquier visitante y curioso puede seguir. También organizan un festival los días 18 y 19 de septiembre con actos de honor para la Armada Invencible, pero siempre desde un punto de vista respetuoso a todos cuantos murieron», comenta el actor alicantino Fernando Corral sobre este film documental que podrá verse en el Museo de la Armada Invencible ubicado en Grange, en la provincia de Sligo, donde también se encuentra la playa donde se produjeron los acontecimientos.

Francisco de Cuéllar, superviviente de la Armada Invencible, atravesó mil adversidades en el pillaje, la búsqueda incesante de un refugio seguro en monasterios y castillos, siempre persiguiéndole el rastro de una carnicería de cadáveres desmembrados y cuerpos ahorcados. Tras ello, logró escapar a Escocia, Flandes, Nápoles y Madrid, donde se pierde definitivamente su rastro.

«Ha sido el rodaje más duro de mi vida. Hacía como tres grados, las montañas de alrededor estaban nevadas, y comenzó la tormenta del siglo, con un viento con el que teníamos que sujetarnos los unos a los otros para no volarnos. Hubo un pequeño momento en que bajó la intensidad y aprovechamos para rodar. Estaba absolutamente empapado, con el agua muy fría, y yo no hacía más que gritar en aquel desembarco. Después vino un granizo que caía con dureza, hacía mucho daño cuando me daba en la cara. Era pura adrenalina», rememora Corral en este naufragio y batalla con escenarios naturales, con restos de cuerdas, cajas y pedazos de embarcaciones cubriendo toda la playa.

Con fondos públicos y privados ha sido posible reconstruir esta increíble historia del capitán Francisco de Cuéllar en una filmación sobre escenarios reales que, citados por el propio capitán español en sus epístolas, tiene lugar en Streedagh Beach, Staad Abbey, Glencar, Rossclogher o Castletown.

«La filmación de la película ha sido maravillosa, fue una delicia para todos nosotros ver que la historia recibiera un trato tan profesional. El elenco y el equipo tuvieron que enfrentar grandes desafíos, no solo por el clima, y me gustaría agradecerles personalmente a todos por hacer un trabajo tan profesional en circunstancias difíciles», indicó el director del Museo de la Armada Invencible en Irlanda, Eddie O'Gorman.

Uno de los productores de la película, Micheál Ó Domhnaill, agregó que «esta película nos dará la oportunidad de darle a la Armada Española una nueva dimensión y ayudar a elevar el perfil de la historia en el escenario internacional».

Fernando Corral, actor alicantino afincado en Irlanda, lamenta que la Armada Invencible pase desapercibida en España pese a la derrota sufrida debido a su relevancia histórica, por el homenaje y reconocimiento que deben tener aquellos marinos y soldados que murieron en el mar. «Tenemos que recordarlos igual que se hace aquí en Irlanda, desde el respeto, desde el reconocimiento, para que no lo olvidemos», concluye.

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