¿Cómo surgió la idea de rodar un documental sobre este sector?
Leí algo sobre las «kellys»kellys en un medio, cuando casi eran invisibles y nadie sabía nada sobre sus problemas. Me llamó mucho la atención cómo empezaron a organizarse y movilizarse en diferentes ciudades. Me puse en contacto por Facebook con las mujeres de Barcelona y me encontré con un grupo de personas que, después de una dura jornada de trabajo, se reunían semanalmente para reivindicarse. Después contacté con trabajadoras de Madrid, Benidorm y Lanzarote. Elegí cuatro espacios muy representativos para estudiar su día a día y sus condiciones laborales.
Siempre ha estado muy ligada a documentales sociales. ¿Cuál es el objetivo de esta nueva obra?
Quiero que la gente llegue a entender esta profesión. Cuando vas a un hotel ves al recepcionista, pero casi nunca reparas en la mujer que suda cada día para que el negocio esté limpio. En estos momentos de precariedad, dicen que el turismo ha resistido la crisis, pero lo cierto es que las condiciones de las «kellys» han empeorado. Es una contradicción. El turismo es clave para sostener a España, pero ha venido ligado a una degradación laboral. Las «kellys» ejemplifican esa brecha salarial y esa precariedad en la mujer. Este trabajo está formado en un 97% por mujeres, muchas de ellas inmigrantes o que desconocen sus derechos. Es momento de poner en valor el empoderamiento de unas trabajadoras que tienen dificultades para organizarse. Muchas de ellas también se ven expuestas a empresas externas y despidos.
¿Cuál es la imagen de ciudades como Benidorm
Benidorm es un ejemplo claro de la evolución del turismo. Es una ciudad donde hay un hotel detrás de otro. Casi la única oportunidad laboral para muchas mujeres es trabajar en hoteles. Un municipio que tiene 60.000 habitantes y 11 millones de visitantes vive del turismo, pero no se ha preocupado por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. En el documental aparecerán protestas frente a hoteles de la ciudad, en las que se reivindica que estas mujeres tienen que formar parte real de la plantilla del negocio. También protestan contra una gran carga de trabajo, ya que hacen cerca de 25 habitaciones al día y llegan a enfermar. En Alicante, estuve el día en el que las «kellys» se establecieron.
¿Son las condiciones de las «kellys» peores en los municipios más turísticos?
Abusos hay en todas partes, pero en Benidorm muchas mujeres, como decía antes, simplemente no pueden elegir otra ocupación. Me han contado casos de hoteles de lujo en la ciudad y en toda España que cuestan 300 euros al día y pagan menos de tres euros por habitación.
Ha elegido internet para difundir un proyecto autofinanciado. ¿Han servido las redes para dar a conocer al sector?
He realizado el documental con un equipo básico. Necesitaba una postproducción, que voy a poder realizar gracias a un crowdfunding. Además de recaudar fondos, sí ha servido para dar a conocer a este sector. Son un ejemplo de que uno se puede organizar cuando está desamparado.
¿Entre los mecenas está Isabel Coixet
Como periodista ya había entrevistado a Isabel. Fue ella misma la que se interesó por el tema. Ha hecho una aportación de 3.000 euros, que para mí es muy grande.
¿Estrenarán la cinta en Alicante?
Estrenaremos a final de año en Madrid y Barcelona, pero queremos venir a Alicante y a Benidorm. Los documentales no suelen mantenerse en cartelera. El objetivo es realizar proyecciones en los lugares en los que las «kellys» lo pidan y organizar actos de debate y reflexión. También se va a subtitular para difundirlo por toda la red.
