Defiende la lectura como una de las competencias educativas transversales. ¿Deberían los jóvenes leer más?

Efectivamente, la lectura exige la puesta en juego de nuestra memoria, nuestra imaginación, nuestra cultura y nuestra capacidad de completar el texto que leemos para obtener todo su significado. No hay otra actividad más formativa que la lectura.

Dice también que el Diccionario no será nunca políticamente correcto y que existen palabras canallas porque están en la calle. ¿Qué le parece que la gente cada vez critique más las palabras del Diccionario?

Es síntoma de que cuando decimos que la lengua no tiene otro dueño que sus hablantes. Lo que preserva una lengua es que la hagan suya los hablantes y la usen libremente.

¿Es el Diccionario del español más machista que otros de países vecinos?

En modo alguno. En todo caso, la pregunta del millón es: ¿las sociedades de los países donde se habla español son más machistas que otras? El Diccionario simplemente recopila las palabras que usamos, no las inventa ni las promociona.

¿Qué le parece la tendencia de algunos usuarios y colectivos que usan el femenino genérico? ¿Lo aceptará algún día la RAE?

Eso significaría una transformación profunda de la estructura gramatical de nuestra lengua, asentada a lo largo de los siglos. No sé si la RAE del siglo XXII tendrá que afrontar este hecho; a mí no creo que me toque ya.

A finales del año pasado señaló «Constitución» como la palabra de 2017. ¿Será «independencia» la de este 2018?

No lo creo.

¿Qué nota le pone a la clase política en su uso del lenguaje? Como representantes de todos los españoles, ¿deberían hablar mejor?

Nunca se debe generalizar. Entre los diputados y senadores que hablan en público, que no son todos, los hay que lo hacen con precisión y justeza y otros que no. En todo caso, desde los griegos la lengua ha sido concebida como la herramienta fundamental para el ejercicio de la política, para lo que inventaron una disciplina específica, la Retórica.

En su batalla contra los anglicismos, criticó que el año pasado España eligiera un tema en inglés para el Festival de Eurovisión, que se celebrará en unos días. ¿Está más satisfecho con la elección de esta edición?¿Por qué cree que existe ese complejo de inferioridad a la hora de usar el español en las letras de las canciones?

A veces hay que luchar por lo obvio, y este es el caso. Ese complejo de inferioridad es absurdo. La industria norteamericana de la música concede dos premios Grammy en sendas ceremonias muy espectaculares e independientes. Y una de ella es la de los Grammy latinos. No soy experto en música pop, pero según mis noticias la canción que ha batido todos los récords en las redes ha sido el año pasado una en español interpretada por un cantante puertorriqueño.