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La huella de la cultura zapatera

La revista Canelobre analiza la industria del calzado y su influencia en el desarrollo social y cultural del Vinalopó

La huella de la cultura zapatera

Nada menos que 70 de cada 100 pares de zapatos que se fabrican en toda España salen de la provincia de Alicante. Esta cifra da idea de lo que supone esta industria a nivel económico y laboral, y también de lo que ha influido en el desarrollo social del entorno. Analizar ese contexto y esa consecuencia es el objetivo con el que el Instituto Juan Gil-Albert puso en marcha el nuevo número de la revista Canelobre, que lleva por título El calzado en la provincia de Alicante.

El historiador y exdirector del Museo del Calzado de Elda Gabriel Segura tomó las riendas de este volumen que quiere mostrar y demostrar lo que él reivindica como cultura zapatera. «Se habla siempre de industria zapatera en Alicante, pero eso ha originado una cultura que caracteriza a gran parte de los pueblos del Vinalopó».

Fue en 1870 cuando se empezó a fabricar calzado en la provincia. Primero Villena y Elda, y luego se extendió por otras poblaciones. «Somos la provincia zapatera por excelencia de toda España y debemos sentirnos orgullosos de eso, tenemos que reivindicar esa cultura zapatera que ha influido en la idiosincrasia de la zona y en sus habitantes».

Para ello, Segura ha contado con la colaboración de 26 autores que firman 24 artículos conformando un volumen de 300 páginas ilustradas con un completo material fotográfico, gráficas y estadísticas. «Queríamos dar visibilidad a todo eso desde un estudio multidisciplinar, ofreciendo diferentes visiones de la industria del calzado». Por eso, han intervenido profesores, historiadores, economistas, industriales, investigadores, y hasta expertos en publicidad y redes sociales.

De esta forma, dividido en seis bloques, se ofrece un recorrido desde la evolución histórica de los gremios artesanales a la industria global, el sindicalismo, la internacionalización del sector, la tecnología, la innovación, la difusión en redes sociales y el mercado online, hasta la educación, la formación y el calzado en el arte, en el cine y la literatura, así como el turismo industrial. «No solo es el turismo de compras, sino el turismo industrial para destacar esta industria que vemos siempre como mecanizada pero que sorprende cuando la gente visita una fábrica y ve cómo funcionan las cosas».

En este sentido, el historiador destaca que «es una panorámica muy amplia para demostrar lo rica que es la cultura zapatera en la provincia de Alicante y su importancia económica y social».

Para el director del Instituto Gil-Albert, José Ferrándiz Lozano, la industria del calzado ha protagonizado «una importante vida económica y cultural que ha llegado a la actualidad para convivir con nuevos contextos como mercados y procesos de trabajo globalizados, otras vías de comunicación, estética o modas diferentes».

Este nuevo número de Canelobre, que reproduce en su portada una imagen de Antonia Pertinaz, del Grupo Fotográfico de Petrer, se presenta mañana, a las 20 horas, en el Museo del Calzado de Elda, «uno de los más importantes del mundo», puntualiza Gabriel Segura.

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