Ayer recibió el Premio Loewe de Poesía. ¿Ya se lo cree?

Me lo he empezado a creer cuando he tenido en las manos el libro con ese diseño característico de la Colección Visor de Poesía y esa ilustración de una estrella fugaz en la portada. He sentido más vértigo porque paso a formar parte de una colección que respeto mucho y de un legado poético contemporáneo que recibe muchas atenciones, así que habrá que estar a la altura.

Un premio así ubica a los lectores sobre su poesía, calificada de «transparente» y «traspasada de sabiduría». ¿Está de acuerdo?

Esas calificaciones siempre son un poco misteriosas pero sí estoy de acuerdo con una idea de comunicar, con esa intención de alejarme del hermetismo en la poesía sin renunciar al misterio. Y sobre la posibilidad de llegar a nuevos lectores, sin duda, es uno de los alicientes de este premio, que ya forma parte del canon contemporáneo. Que algo tan diminuto como la poesía tenga esa difusión es algo que uno no podría ni soñar y esa oportunidad me parece extraordinaria. La poesía es algo que hace uno solo en un espacio mínimo y traspasar eso es algo maravilloso.

¿Qué es La policía celeste

Fue el nombre de la primera sociedad de astrónomos del mundo creada en 1800, sobre todo por alemanes, que se juntaron para buscar un planeta. Lo que intenta el título es sugerir esa idea de búsqueda de algo que intuímos que existe y no sabemos si está. Y la poesía es encontrar esa cosa que intuímos que debe existir.

Ha muerto Stephen Hawking, no sé si también le ayudó a descifrar el cosmos en su poesía.

Las estrellas son el origen de las metáforas, la primera acción poética del ser humano fue mirar las estrellas y es importante redirigir la mirada hacia el cielo. Hawking ha sido uno de los héroes en mi familia, mi madre estudió donde estudió él, en Cambridge, y lo más importante de su figura ha sido ir más allá con el pensamiento y buscar respuesta a aquello que no la tiene. Yo he intentado hacer lo mismo con la poesía. Como decía Hawking, hay que mirar más a las estrellas y menos a nuestros pies para atender a temas como el paso del tiempo, el amor, la muerte.

¿Es este un libro de amor?

En el fondo, todos los libros de poemas hablan de amor. En este caso, además del amor de pareja hay una reflexión profunda del amor entre padre e hijo.

Usted utiliza las redes sociales, pero ¿cuelga sus poemas?

No mucho, me gusta más la idea del libro en conjunto. Las redes sociales ayudan a que se difunda la poesía, facilitan una poesía más popular y de consumo, pero lo importante es no olvidarse de leer.

¿Por qué escribe en castellano y no en inglés o catalán?

El primer libro lo escribí en catalán pero viví mucho tiempo en Salamanca y seguí en castellano, a pesar de que el inglés y el catalán son más agradecidos en la métrica y puedes hacer más virguerías. El castellano es más complicado.