Las labores desarrolladas en la campaña de excavaciones de la Illeta dels Banyets en El Campello han ampliado el espacio expositivo y han dejado al descubierto dos hallazgos excepcionales, el fragmento de una escultura y una lámina con signos de escritura ibérica.

Los diputados de Cultura y Arquitectura, César Augusto Asencio y Jaume Lloret, respectivamente, visitaron ayera el paraje, junto al director técnico del MARQ, Manuel Olcina, y el arquitecto de la Diputación de Alicante, Rafael Pérez, para conocer de primera mano el nuevo tramo de la calle principal. Se trata de la arteria más amplia del paraje, con una anchura de cuatro metros, y las excavaciones han reafirmado que el poblado estaba dotado de un urbanismo complejo, bien desarrollado y planificado desde el inicio.

A nivel museístico supone una ampliación de casi 400 metros cuadrados del espacio expositivo y propicia un cambio en los itinerarios de los visitantes que les permitirá recorrer el espacio dedicado a la protohistoria de una manera más libre, así como contemplar los distintos edificios desde puntos de vista hasta ahora desconocidos.

Además, los trabajos han sacado a la luz dos restos de excepcional relevancia. En primer lugar, un fragmento de escultura en piedra, parte de la boca de un toro realizada en arenisca, que se confirma como la primera talla cierta de la Illeta, puesto que la única hallada hasta el momento era de origen muy dudoso. Se trata de un toro similar a otros descubiertos en los yacimientos de Benidorm, Villajoyosa, Monforte del Cid o Petrer que se presentan en posición echada con las cuatro patas flexionadas, con cuernos y orejas postizas y de otro material, quizá hueso o metal. Esta pieza se ha encontrado en el poblado, un lugar que no le es propio ya que la escultura ibérica forma parte de monumentos funerarios, coronando las estructuras, o en santuarios extraurbanos. Todo indica que el fragmento sería transportado hasta el enclave, ya en época ibérica, desde el área de la necrópolis situada junto a la torre renacentista.

El siguiente hallazgo es una lámina de plomo que se presenta doblada y en la que se reconocen signos de escritura ibérica, concretamente grecoibérica propia de la Contestania, la región ibérica que ocupaba la actual provincia de Alicante y parte de Murcia. Precisamente láminas de plomo en grecoibérico se han encontrado varias en el poblado de Serreta (Penáguila-Cocentaina-Alcoi) y dos más en otros tantos yacimientos murcianos.

Que el ibero adopte este alfabeto para transmitir físicamente su lengua es una manifestación cultural de primer orden, ya que trasluce una fuerte influencia griega en estas tierras. El descubrimiento de esta lámina en la Illeta es muy importante, puesto que señalaría que, hoy por hoy, el punto de recepción y transmisión de este alfabeto se daría en este centro costero.