Raúl Rodríguez, cineasta que ha trabajado para el departamento de efectos especiales que obtuvo el Premio Óscar por Gravity (de Alfonso Cuarón), está desarrollando ahora en la provincia un proyecto cultural denominado Criaturalab, que consiste en creaciones colectivas y con fines de exposición con materiales reciclables como el cartón.

Rodríguez, chileno de nacimiento, pero afincado en Alicante desde hace varios años por amor (amor a una mujer, pero amor incondicional a una ciudad y provincia, recalca) está inmerso de este modo en un programa que fomenta la «curiosidad y el arte cooperativo, para todas las edades, con figuras que se elaboran con materiales reciclables como el cartón», apunta. Para ello, Raúl Rodríguez -ingeniero mecánico de formación- confecciona los modelos en 3D, un diseño tridimensional, y a partir de esa maqueta se incluyen las piezas de cartón -sujetas con hilo o cinta adhesiva- como si de un rompecabezas se tratara.

«Es como si hiciera cualquier modelo de los que he fabricado para cine, solo que en vez de hierros u otros materiales, lo que hacemos es trabajarlo en equipo con cartón que desechan las fábricas o bien con otros elementos que no perjudican el medio ambiente», matiza.

De este modo, con criaturas que de alguna forma están conectadas al terreno, han llegado a materializar un caballo en Las Cigarreras de Alicante, y un saltamontes gigante en La Romana. Es más, próximamente se desarrollarán ideas similares en Elche o Ibi, aunando «la identidad cultural, empresarial y turística», comenta Raúl Rodríguez Romea respecto a Criaturalab, que resalta principalmente por la «unión entre personas, el componente social, porque aquí puede participar quien quiera, no hay límites de edad, y se producen encuentros muy interesantes con valores muy bonitos en la cultura y el arte, con el objetivo de superarse y afrontar un reto entre todos».

Así pues, más allá del arte colaborativo y cultural que desempeña, Raúl Rodríguez es un «inventor» en el séptimo arte. Es decir, su trabajo es básicamente idear máquinas que puedan satisfacer los deseos de los directores cuando se experimenta en el rodaje.

De hecho, esto mismo fue lo que le ocurrió con Gravity, ya que el director, el mexicano Alfonso Cuarón, le encargó un soporte de cámara robotizado semitransparente. «Gravity se rueda cerca de la luz, con personas que se mueven en el espacio, pero que realmente no se mueven ellas, sino el robot que porta la cámara», explica Rodríguez, que estuvo dedicado de lleno a este concepto durante cinco meses (con posteriores elaboraciones, cortes y confecciones).

«No es normal este tipo de experimentación en el cine pero sí, a veces pasa, te llaman y te pones a trabajar en lo que quieren con la máxima rapidez como me pasó con Gravity», comenta Rodríguez, quien se quedó asombrado en el set de rodaje del filme en Londres: «Aquello parecía la NASA. Un plató grande solo con ordenadores, la gente en un cubo de luz, con movimiento real», detalla.

Raúl Rodríguez, que también ha colaborado en Terminator 3, ha firmado distintas patentes, es vicepresidente del nuevo colectivo Alicante Audiovisual e integra el equipo de Maker Alicante. Es más, también asesora y busca componentes especializados para películas, como algunos robots que le demandaron para aparecer en la última versión de Robocop. «también hago consultas para cine. Un día por ejemplo me llamaron porque querían robots para Robocop. Unos robtos con unas dimesnioes y me puse a trabajar en ello por teléfono».