El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) no abría los domingos hasta el pasado curso, que decidió apostar por este día de la semana con la intención de atraer al público familiar que no se acerca entre semana a un campus poblado de universitarios.

La actividad, denominada Els diumenges al MUA, se inició con un taller de animación al mes, complementado con algunas visitas guiadas a las exposiciones del museo, que han continuado durante este último cuatrimestre y que ahora prevén ampliarse a partir del mes que viene.

«Queremos que haya actividad cada domingo, si puede ser, durante todo el año hasta junio, a excepción de las épocas de fiestas durante las vacaciones», apunta el vicerrector de Cultura, Deportes y Lenguas de la Universidad de Alicante, Carles Cortés, que señala que el MUA, y el campus de la UA en general, se ha convertido en un lugar de paseo para los alicantinos «porque hay zonas agradables como el Bosque Ilustrado o el propio museo, y lo que queremos es seguir aumentando la oferta de las actividades que se programan con los colaboradores».

De hecho, la lista de espera en los talleres realizados durante los últimos meses no ha hecho sino crecer, dejando fuera a más gente de la que había dentro, como reflejan los datos de los últimos realizados en el anterior cuatrimestre: el taller de construcción de instrumentos musicales a partir de residuos, de 25 plazas, dejó fuera a cerca de 40 niños con sus padres, mientras que el de Escapekids (en el que hay que intentar escapar mediante pistas de una habitación cerrada o de un espacio delimitado), de 30 plazas, se llenó dejando una lista de espera de 38 personas.

«Empezamos a abrir el museo ofreciendo algún aliciente de animación para que el público familiar se acercara hasta aquí. Este no es un museo en el centro de la ciudad, como el MACA o el Mubag, y es más difícil atraer a la gente, pero estamos viendo que las actividades funcionan y que tenemos demanda porque los talleres de los niños se llenan», señala el jefe del servicio de Cultura, Faust Ripoll. Los talleres son gratuitos y limitados a un número de plazas, entre 20 y 40, de niños y niñas de distintas edades, que solo requieren inscripción previa. El público, inicialmente personal de la comunidad universitaria, procede de toda la comarca.

En muchas ocasiones, las actividades se desarrollan al hilo de las exposiciones que se realizan en el propio MUA y se intenta que todas ellas estén relacionadas con la expresión artística de las artes.

Por ejemplo, la realizada sobre dibujo dinámico y poesía de Miguel Hernández se programó coincidiendo con la muestra 75 x 75 de homenaje al poeta oriolano.

La próxima, que será el 25 de febrero, consistirá en una visita teatralizada y un taller de origami (papel plegado) para aprovechar la exposición de diseño japonés que albergará el museo, al que seguirán talleres de pintura en movimiento, un laboratorio de letras e imágenes sobre el color y un concierto ecológico con instrumentos extraordinarios.

«Pensamos que es una buena oferta, no es solo abrir por abrir, y al mismo tiempo es una manera de crear nuevos públicos para el futuro (los niños) y de dar más visibilidad al museo», apunta Faus.