La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) repartirá hoy durante la 32 edición de los Premios Goya 1.800 abanicos con el lema #MASMUJERES con el fin de «llamar la atención» y denunciar la «situación alarmante» y el «bochorno» del desequilibrio de mujeres y hombres en el cine, según explicaron durante la presentación del libro Miradas de mujer.

La presidenta de CIMA, Virginia Yagüe, acompañada de las cineastas Inés París, Paula Ortiz, Cristina Andreu, Patricia Ferreira, Leticia Dolera, Daniela Fejerman, Belén Macías, lamentaron que la ausencia de mujeres implica la ausencia de «referentes» en una sociedad en la que la «violencia» y los «abusos» están «muy presentes». Por ello, entregarán estos abanicos rojos entre los más de 2.300 asistentes de la gala de los Goya, tanto a las mujeres como a los hombres, porque consideran que «tienen que estar ahí».

Según los datos que maneja CIMA, el 26 por ciento de las mujeres ocupa puestos directivos en el cine frente al 74 por ciento y, en referencia a las nominaciones de la presente edición de los Goya, la presidenta de la asociación ha indicado que «solo el 27 por ciento de las nominaciones» son de mujeres y en ocho categorías «ni siquiera aparecen», lo que se debe a «un cliché de especialización».

Además, el porcentaje del siete por ciento de directoras que hay en España se mantiene casi intacto desde la creación de CIMA y, según recoge el primer capítulo del libro presentado ayer, que analiza la trayectoria de un centenar de directoras, el «falso boom» de directoras entre los años 2000 y 2015 tuvo como resultado que solo el 27 por ciento de las directoras hicieran una segunda película.

El coordinador de este libro, Francisco A. Zurian, en el que participan algunas de las directoras presentes en este acto, señaló que la ausencia de las mujeres tiene como consecuencia una «visión sesgada» sin «riqueza» ni «puntos de vista» diferentes.

Por su parte, la cineasta y profesora universitaria Paula Ortiz destacó la importancia de analizar las carreras de las profesionales del cine para «legitimar sus discursos». Además,apuntó que entre sus alumnos hay más mujeres, una proporción que desciende en el mercado laboral.