«¿Cuánto tiempo hace que estoy en Argamasilla de Alba? ¿Dos, tres, cuatro, seis años? He perdido la noción del tiempo y la del espacio; ya no se me ocurre nada ni sé escribir». Así comenzaba Azorín el cuarto de los quince artículos que publicó durante 22 días en el diario El Imparcial en marzo de 1905, con motivo del viaje por los pueblos manchegos de El Quijote que realizó en el tercer aniversario de su edición, y que ese mismo año reunió el alicantino en el libro La ruta de Don Quijote.

Un siglo después, la Diputación de Alicante editó mil ejemplares del título, que se agotó. Y 18 años después, para concluir el Año Azorín, el Instituto Gil-Albert recupera ahora este clásico de la literatura de viajes en una edición mejorada y enriquecida con la incorporación de un apéndice de cuatro artículos nuevos.

La publicación se presenta hoy a las 19.30 horas en la Casa Bardín por José Ferrándiz Lozano, autor del prólogo, acompañado de Joan Castejón, encargado de las ilustraciones en estas dos últimas versiones. Elaborada también en tapa dura y gran formato (30 x 24 cms.) la de hoy mantiene las quince ilustraciones que Castejón dibujó por artículo, con la modificación de la imagen de portada, distinta a la de 2005.

La edición de 2018 cuenta con una tirada de 500 ejemplares y estará a la venta a un precio de 25 euros pero, sobre todo, recupera al mejor Azorín y demuestra que el temor inicial del escritor y periodista monovero en el cuarto artículo, donde decía que no se le ocurría nada ni sabía escribir, era puro artificio.

La ruta de Don Quijote es el libro de Azorín más editado y conocido fuera de España. «Destaca su estética innovadora en la crónica periodística y de viajes», señala José Ferrándiz Lozano, que añade que «Azorín introduce el subjetivismo en las crónicas y se mete dentro de ellas, el protagonista es él, no se distancia de la historia, que es algo que le define. Es un libro lleno de ironía y con toques de humor y esta crónica de viaje la realiza cuando ya es un autor consagrado como escritor. Ya había publicado La voluntad y aquí se ve su innovación en el periodismo».

De hecho, llega a decir que «las andanzas, desventuras, calamidades y adversidades de este cronista es posible que lleguen algún día a ser famosas en la historia»,y dio en el clavo.

Gran cervantista, Azorín escribió después otros artículos en diferentes cabeceras de periódicos en los que recuerda su viaje por La Mancha y cuatro de ellos son los que se incluyen en esta versión actualizada.

El primero, Anales de un diputado. Evocación lo publica en 1907 en ABC a propósito de una crónica sobre la conexión ferroviaria entre Argamasilla de Alba y Tomelloso y el recuerdo de su ruta dos años antes; Historia y vida. La patria de Don Quijote I y II, los escribe para El Diario del Pueblo Vasco en 1913, donde se refiere a que otro escritor de Jaén hizo en 1848, sin él saberlo, la misma ruta y vincula ambas experiencias, mientras que en el cuarto ( Los papeles y la vida, de 1939), rechaza que Cervantes empezara a escribir su gran obra en la cárcel de Argamasilla de Alba.