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Palazón: homenaje y bienvenida al futuro

os primeros carteles de esta temporada ya van saliendo de las cocinas en que se convierten esos despachos de los empresarios que deciden los próximos menús del toreo. Con el teléfono móvil como nueva olla a presión indispensable, porque los tiempos cambian y esto ya no es lo que era, los viejos cocineros y los nuevos «chefs» se afanan en combinar las materias primas de siempre con algunas nuevas y ofrecer así, finalmente, un producto atractivo para el consumidor y que, al olor y la vista de su combinación, sea demandado por un público exigente pero condescendiente a la hora de pagar. Venimos de vivir esa semana gastronómica de Madrid Fusión, donde tantos nuevos sabores y colores se han podido disfrutar. Y sin embargo, a los gurús de la tauromaquia no parece convencerles eso de mezclar texturas, arriesgar con matices nuevos, sorprender al paladar y sugerir nuevas experiencias para los sentidos. Todos siguen esperando la gran trufa blanca, ese ingrediente que hace mágicas todas las combinaciones. Pero José Tomás sigue sin contestar. La táctica ya conocida. Y, como a la carne de kobe, a Morante de la Puebla hay que permitirle caprichos y cuidados para que llegue a su punto y se anime a entrar en algunas recetas toreristas. Aun a riesgo de caer en el empalago.

Las combinaciones, en fin, acaban por apostar por los ingredientes de siempre, porque los cocineros del toreo no acaban de ver que los brotes de bambú, el yuzu o el plancton puedan convertirse en parte de recetas rentables. Y así las cosas, volvemos (y volveremos) a esos platos de cuchara tradicionales de popular aceptación y estómagos agradecidos. Porque la patata, el arroz o las legumbres no tienen sustitutivo. Aun así, mejor opción es que la comida rápida. Los primeros carteles ya están en la calle: el Domingo de Resurrección, Sevilla verá a Antonio Ferrera, Manzanares y Roca Rey con toros de Victoriano del Río, mientras que en Madrid harán el paseíllo David Mora, Daniel Luque y Álvaro Lorenzo para lidiar astados de El Torero. Una semana antes, Domingo de Ramos, los toros de Victorino Martín serán estoqueados por El Cid, Pepe Moral y Fortes. Y el 10 de marzo, la vuelta de Pepín Liria en Illescas, casi seguro con Manzanares en el cartel. En la variedad está el gusto. Qué cada cual juzgue y elija lo más adecuado a su paladar y a sus expectativas.

Y el pasado viernes los aficionados de Alicante tuvieron la oportunidad de asistir al cariñoso homenaje que el Club Taurino de Alicante brindó al diestro Francisco José Palazón. Para quien no lo recuerde, el torero de Petrer ha pasado año y medio en el dique seco a causa de un cáncer que, si bien le apartó momentáneamente de los ruedos, no ha podido apagar su tremenda vocación. A pesar de estar mentalizados y acostumbrados a los percances, los toreros, al igual que el resto de mortales, son muy sensibles a estas enfermedades traicioneras e inesperadas que, de pronto, parece que nublan la visión y la esperanza de futuro. Una vez superado el precipicio, el viernes se vio a un Palazón totalmente recuperado y con ganas de seguir adelante. Más que nunca. Recibió el cariño en presencia de importantes nombres del taurinismo alicantino, como Luis Francisco Esplá, El Caracol, Nacho Lloret, Julio de España, Antonio Martínez « Rondeño», Arturo Blau, alumnos y ex-alumnos (compañeros todos) de la Escuela Taurina, miembros de su cuadrilla, representantes de numerosas peñas y asociaciones. Y también se pudieron ver por vídeo emotivos mensajes de apoyo de Miguel Ángel Perera, Finito de Córdoba, El Fandi, Paco Ureña, Manuel Escribano, El Cid, Ricardo Gallardo, y de periodistas como F ernando Fernández Román, Paco Delgado, Federico Arnás, Manolo Molés, José Luis Benlloch y el alicantino Germán Estela.

El emotivo acto supuso, además de un reconocimiento a su lucha particular, una firme apuesta de futuro. Palazón es un torero con un estilo muy personal, «rara avis» entre los coletudos actuales, y su buqué asolerado debe ser un reclamo para que esos empresarios de los que hablábamos, los que cocinan las ferias, cuenten con él. No por pena, sino por sabor y torería. Y por justicia. Ojalá sea esta la temporada que le devuelva el horizonte y el futuro.

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