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Cuando nadie le ve

En el AVE, camino de Madrid, si algo no le faltan son alfileres. Personalmente se desplaza a la capital para comprobar in corpore de las protagonistas de la alfombra roja de la fiesta del cine si las piezas encajan. Últimamente, va mucho por allí y es que en Alicante celebrities tenemos bastantes, celebridades alguna menos. «¡Venga! Dime, ¿a quién le vas a probar?», le pregunto unas cuantas veces. Pero, Rubén Hernández si es algo, además de discreto y maniático, es supersticioso. No lo digo sólo yo, él mismo lo confiesa. «No, no quiero decir nada, que luego estas cosas se gafan y nunca se sabe? Hasta que no las vea en la alfombra roja, no digo nada», me dice hasta tres veces y con el tono de no te lo voy a contar y lo sabes. En una semana, algunas repetirán y otras se estrenarán, pero Rubén no suelta prenda y es que «ni mi equipo lo sabe, trabajan en los vestidos, saben que son para actrices pero ni idea de quienes son, no digo nada. ¡Nunca!». A otros se les llenaría la boca. A él, ni con una tortura china se le saca un nombre.

Y de alfombra a alfombra y tiro porque me toca. El alicantino vistió el pasado lunes en los Premios Feroz (también, de cine), y entre otras, a la actriz Nerea Garmendia, con un vestido azul oscuro que ha ocupado los primeros puestos en el ranking de las más elegantes. Rubén Hernández se consolida como el diseñador más prolífico de las alfombras rojas de cualquier evento que se precie. Si son las pre ampanadas, viste a Cristina Pedroche, en las campanadas a María Patiño y en las postcampanadas a Chenoa. No le quedan ex de Bisbal a las que vestir, Adriana Ugarte se rinde a sus diseños, la mujer de Alejandro Sanz en los Grammy no pasa desapercibida y Paris Hilton no pisa Ibiza si no cuelga uno de sus trajes en su vestidor veraniego. Ya sólo falta que Letizia se decante por lucir los diseños del alicantino. Se ríe, «mucho tendría que cambiar la cosa, ya sabes que lo mío son las transparencias y la reina es la reina», me contesta. Bueno, «las reinas no son lo que eran?», le digo. «¡Quién sabe! Tampoco imaginé nunca vestir a Paris Hilton». Eso sí, si la viste no soltará ni prenda, por si se gafa.

Pero, si hay alguna famosa a la que le tiene un especial cariño, no duda, es Pastora Soler. Hace poco estuvo en Alicante para probarse el vestuario que lucirá en su gira 2018. La cantante, que actúo anoche en Barcelona, paseará, no sólo su voz, si no también los diseños del alicantino por toda España.

Y con este panorama, y en plena vorágine de la Semana de la Moda madrileña ,sorprende que Rubén esté por allí y no ponga un pie. «No me interesa, no es una cosa que me llame la atención ni está entre mis proyectos», confiesa. Claro está que si hubiera querido, un hueco tendría. No será por hilos?

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