Tiene solo 27 años y apenas lleva 14 meses como jefe de cocina del restaurante alicantino Murri pero Nanín Pérez Ivorra (Alicante, 1990) se alzó ayer con el premio Cocinero Revelación 2018 en la cita gastronómica Madrid Fusión.

Él quita mérito a su juventud porque, como declaró ayer tras conocer la noticia, «todos los finalistas somos bastante jóvenes», pero no resta alegría a su galardón: «Ha sido una sorpresa, la verdad. Ya solo por estar ahí entre los seis finalistas era una alegría y estamos eufóricos».

Para el joven, que un jurado de 80 críticos profesionales y aficionados de toda España haya destacado su cocina es «una responsabilidad», ya que «un premio así te pone en el mapa, tiene mucha visibilidad. Será un handicap y ahora habrá que estar a la altura». No obstante, y con una humildad que le honra, declara que su elección ha sido «una cuestión de matices porque la votación ha estado muy justa y las diferencias habrán sido mínimas» entre los finalistas.

Formado en el CdT de Alicante y en la Escuela Hoffman, para Perez Pérez Ivorra «cocinar ha sido mi estilo de vida desde los 16 años, mi oficio y mi pasión, todo ha girado en torno a eso». Ha aprendido de la mano de tres grandes -Ricard Camarena, Rodrigo de la Calle y Andoni Luis Aduriz-y es en ellos «en quienes más me fijo porque conozco un poco más su cocina, aunque tengo muchos referentes», apunta, tras indicar que la cocina de la provincia «tiene muy buena salud y Alicante es una de las capitales gastronómicas del país donde la cocina más está creciendo y es más potente».

De sus propias creaciones subraya que se basan «en la calidad del producto y en la combinación de sabores apoyados en técnicas. Me gusta que todos los sabores se reconozcan en el plato de forma nítida». Añade que en Murri «tocamos muchos palos, pero damos importancia al producto local, al salazón y a los arroces. En el arroz intentamos hacer cosas diferentes con distintas variedades de grano, pero me gusta todo lo que hay en nuestra carta».

Su cocina -cerrada por vacaciones hasta el 7 de febrero- es exclusiva para 22 comensales y cree que ello influye en lo que se percibe en sus platos «porque es todo muy casero, muy cercano, y eso al final tiene su encanto».

¿Piensa ampliar el número de mesas tras el premio? «¡No, no, qué va, si nos gustaría reducirlo aún más!», bromea Nanín Pérez, que considera que «lo suyo es seguir como estamos y que siga saliendo todo bien» .