Era tan hipócrita que a encrespaba al mismísimo Napoleón. Vengativo y muy falso, «ante los poderosos se mostraba con un corderito y con los que tenía abajo era muy cruel». Peor de lo que imaginaba, pero más listo de lo que pensaba. «Era un hombre hábil en el regate corto, que manejaba muy bien los tiempos -por lo que podríamos decir que era un buen político- para conseguir lo que a él le interesaba».

El personaje es Fernando VII y quien habla Emilio La Parra, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante, que ayer se convirtió en ganador del Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias por su obra Fernando VII. Un rey deseado y detestado. «Estoy muy contento, porque en biografías es el más importante que se da en España y también porque Tusquets lo edita muy bien», afirmaba ayer el investigador tras conocer la noticia.

La justificación del jurado a la hora de otorgar este galardón, dotado con una estatuilla de bronce de Joaquín Camps y 12.000 euros, ha sido tajante, destacando «el enorme conocimiento sobre el personaje y la valiosa y múltiple documentación aportada». Y también que se trata de un texto «llamado a convertirse en la biografía de referencia de Fernando VII». «Es una exageración porque no sabemos si aparecerá en el futuro algo mejor, pero es verdad que de momento supongo que lo será», destacó La Parra.

Experto en la época de este rey, sobre el que ya ha realizado diversos estudios, siente cierta atracción por esta figura, porque «me parece interesante» y porque «es un rey que no tenía una biografía amplia, completa y bien documentada», asegura el autor de este volumen que tendrá más de 700 páginas.

Para La Parra, que fue director de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la UA, Fernando VII vive «en un momento clave de la historia española», porque es cuando se establece el constitucionalismo «con el que él mismo rompe y nos obliga a retroceder unos años, por lo que es el rey responsable de un gran retroceso en España en un momento en el que se había iniciado un avance, un rey funesto». Además, es un rey que no gobierna como gobernaron los reyes de los siglos XVIII y XIX «porque interviene de forma personal en los asuntos de gobierno y eso no lo hacía ningún rey porque los reyes tenían la máxima autoridad pero no decidían».

De esta manera, apunta, «elimina todo tipo de disidencia, sea de izquierda o de derecha, en términos actuales, pero no es el centro político que nosotros tenemos, sino la imposición de la voluntad del monarca por encima de cualquier otra cosa... Y eso es lo que hicieron Narváez, Primo de Rivera y Franco. Es decir que inaugura una forma de gobernar autoritaria, que va a tener continuidad en los siglos XIX y XX, por eso marca el inicio de un mundo nuevo, de una política nueva, diferente a lo que había existido».

El proceso de documentación y el de composición de la biografía han sido largos, «unos diez años», afirma. «He recogido documentación de archivos muy diversos de España, Francia, Inglaterra, Italia... son muchos años investigando sobre su figura». Aunque «compensa el trabajo un reconocimiento como el de este premio».

Y es que este libro, según recoge el jurado del premio, «arroja nueva luz sobre las complejidades de una etapa histórico indudablemente tiránica, que explica gran parte de la historia posterior de España».