Las cuevas de Canelobre, en Busot, sirvieron de polvorín en la Guerra Civil para fabricar y reparar los motores de los aviones cazas de combate, llamados moscas, por el ejército republicano. En este escenario ha ambientado el dramaturgo Iván Valdevira su obra Canelobre. El vuelo de la Mosca, una historia de amistad en plena contienda, que se estrena el jueves y se representará también el viernes, ambos días a las 20 horas, en el centro de interpretación de los refugios antiaéreos de Alicante, ubicado en el antiguo Parque de Bomberos (C/Italia 9).

El propio Valdevira y Enric Piera dan vida a dos soldados republicanos muy distintos -Paco, ferviente republicano comprometido con la lucha, que padece agorafobia, y Juan, alistado por sus conocimientos mecánicos, además de claustrofóbico- condenados a trabajar juntos como mecánicos en este lugar, refugio y prisión al mismo tiempo.

La dirección corre a cargo de Ana Peiró, compañera de Valdevira en la compañía Alacant Microteatro y ahora juntos en Atrapa Teatro. Con ellos, la actriz Chelo Oñate presentará la historia a los espectadores, que se escenifica con el apoyo de la Concejalía de Memoria Histórica.

Valdevira explica que hace un año visitó las grutas y pergeñó la idea: «Pregunté si se había llevado al teatro algo de esto y me dije que no podía ser. Allí se fabricaban los motores de los polikarpov soviéticos, la vanguardia de la aviación, que competían con los cazas nazis. A partír de ahí, el personaje de Paco empezó a surgir de mi cabeza y también su antítesis, Juan».

Durante una hora y diez minutos, el centro de interpetación se convertirá en el interior de la cueva «intentando crear ese ambiente y la mística que contiene el lugar, donde hay algo que te sobrecoge y no sabes qué es», apunta Valdevira.

Para el autor, la obra es «un canto a la amistad por encima de todo, una amistad entre dos personas que no ''deberían'' ser amigos y sin embargo lo son», pero la historia también está «vinculada a otras muchas cosas», ya que recupera para el público unos hechos históricos, reales, «que mucha gente desconoce y que quizá han estado ahí latentes y ahora es el momento de contarlos».

Tras su estreno en Alicante, la intención es representar la obra en las propias cuevas y llevarla también por otras localdades de la provincia y fuera de ella.

Las entradas, de 9 euros, están disponibles en instanticket.