Las concentraciones más importantes se llevaron a cabo en Buenos Aires y la ciudad de La Plata, mientras que integrantes de la asociación Justicia Ya denunciaron irregularidades en la investigación del caso.

El albañil, de 77 años, desapareció el pasado 18 de septiembre de su domicilio en la localidad bonaerense de Los Hornos, cercana a La Plata y a unos 50 kilómetros al sur de la capital argentina.

La declaración de López, que padece de mal de Parkinson, fue clave para que la justicia condenara a reclusión perpetua por "genocidio" al ex comisario de policía Miguel Etchecolatz, uno de los torturadores de la dictadura militar (1976-1983);.

En Buenos Aires los manifestantes marcharon con antorchas por las calles céntricas de la ciudad hasta llegar a la Plaza de Mayo, situada frente a la sede del Gobierno, en medio de fuertes críticas al proceder del Ejecutivo en la búsqueda del testigo.

También reclamaron que se esclarezca el crimen de Carlos Fuentealba, un docente que murió a manos de la policía durante una protesta de maestros efectuada a comienzos de este mes en la sureña provincia de Neuquén.

En La Plata, donde se llevó a cabo el juicio contra Etchecolatz, también se realizó una marcha convocada bajo la consigna "Aparición con vida ya de Jorge Julio López.

Por su parte, los organismos defensores de los derechos humanos agrupados en Justicia Ya cuestionaron al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, por no haber creado un equipo que se dedique específicamente al caso de López.

"No se impulsan medidas de prueba más allá de las de los querellantes y ni siquiera se cambió la carátula a desaparición forzada de persona", agregaron en alusión al juez Arnaldo Corazza, a cargo de la investigación.

Desde la desaparición del septuagenario se han realizado varias manifestaciones, mientras que el Gobierno ha distribuido carteles con su rostro por todo el país y enviado 25 millones de mensajes de texto a teléfonos móviles para hallarle.

En diciembre pasado, Luis Gerez, otro testigo en una causa por delitos de lesa humanidad durante la dictadura, fue secuestrado por desconocidos en una localidad a las afueras de Buenos Aires, pero fue liberado por sus captores dos días después.

El presidente argentino, Néstor Kirchner, que ha impulsado la reapertura de causas contra represores del régimen militar, ha atribuido a "grupos para-militares o para-policiales" la desaparición de los dos testigos.