José María Manzanares sufrió una espectacular voltereta en el cuarto de la tarde y tras el festejo ingresó en la Clínica Imbanaco para ser sometido a un completo estudio radiológico, aquejado de fuertes dolores lumbares. La pesadilla continúa para el diestro de Alicante y desde la cornada que recibió en Valencia durante la Feria de Julio de 2007, José Mari sufre de modo continuado la dureza y del riesgo que supone estar frente a la cara de un toro.

Se lidiaron reses de César Rincón (Las Ventas del Espíritu Santo) en coso de Cañaveralejo, para Manzanares, Cayetano y Guillermo Valencia en su alternativa, con más de media entrada.

Guillermo Valencia se llevó el mejor lote y cortó dos orejas al toro de su alternativa y una ovación se llevó en el segundo. Cayetano tiró de la raza de los Rivera y arrancó un saludo en el tercio más la oreja al quinto de la tarde. Por su lado José María Manzanares se entregó al público de Cali y se rompió toreando al natural al modo que hacía su maestro padre, que en paz descanse. Tras la temprana emoción se fue difuminando la faena, pues todo quedó en dos tandas de recuerdo y recogió una ovación. En su segundo, protestado de salida por su falta de trapío, manso y peligroso, lo intentó por ambos pitones y allí recibió la fea voltereta que hizo presagiar lo peor. Pinchazo hondo y estocada que dejaron otra cariñosa ovación. Fue trasladado al hospital donde se le están realizando pruebas en la misma zona en la que fue operado tras la feria de Santander.