No se trata de hacer un recorrido con rigor histórico, ni de ofrecer un manual de consulta, pero sí de ofrecer una visión diferente, sencilla, atractiva y curiosa de la historia de Alicante. Y el profesor valenciano José Vilaseca lo hace a través de anécdotas, leyendas y curiosidades que han traspasado la frontera del tiempo y han llegado hasta nuestros días, como un apasionado de la historia y «un pertinaz buscador de rarezas», como él mismo se define.

Historia de Alicante en pildoritas es el título de este libro con el que su autor se acerca a esta ciudad, después de haber recorrido del mismo modo Valencia y el Reino de Valencia, todo ello a través de estas minidosis de historia con las que pretende despertar la inquietud de los lectores. Eso después de que todo empezase hace cinco años con un programa en la radio titulado Historia en pildoritas que después se ha trasladado al papel.

Las historias abarcan desde el año 231 antes de Cristo, con el origen del nombre de la ciudad como Akra Leuké, hasta el año 2017, con el hecho de que en Alicante exista la primera granja de moscas del mundo. Entre medias, este recorrido cronológico hace paradas, muchas pero breves, de una o dos páginas. Y en ellas «desvela» por qué El Postiguet se llama así, cuántas ventanas tiene la Casa Carbonell, de «quién» es la cara el moro o cómo se llamaba la Explanada antes de serlo. «Son pequeñas historias, leyendas, curiosidades en un formato fácil para el lector, que se pueda leer con los niños pero que también se pueda regalar a los mayores... es un libro para toda la familia», apunta el autor, que es diplomado en Educación Infantil y Licenciado en Pedagogía por la Universidad de Valencia.

Alrededor de seis meses ha invertido en la elaboración de este volumen, editado por Sargantana, no demasiado tiempo «porque ahora tenemos la ventaja, aquellos a los que nos gusta hacer recreaciones, de que prácticamente está todo digitalizado y desde tu casa puedes acceder a hemerotecas y bibliotecas, muchos datos además los he encontrado en historias del diario INFORMACIÓN precisamente».

Algunas de las historias que se incluyen son curiosidades, como el hecho de que la Casa Carbonell tenga 365 ventanas, una por cada día del año, o que el político José Guardiola Ortiz, abogado, presidente de la Caja de Ahorros de Alicante y estudioso de Gabriel Miró haya pasado a la historia más por colocar a la gastronomía alicantina en el lugar que le correspondía, o que el famoso escritor de cuentos Hans Christian Andersen visitara durante varios días la provincia Alicante, o que El Postiguet debe su nombre a que existía un postigo en la muralla de la ciudad que daba a esa zona.

Pero también hay en este libro leyendas. Entre ellas la de la cara del moro del Castillo de Santa Bárbara, con diferentes versiones, o la de los túneles del Benacantil para poder escapar en caso de ataques o invasión, de manera que se podía llegar desde arriba hasta la playa, donde, aseguran, había una embarcación lista para la huida.

«He intentado que hubiera un equilibro entre la leyenda clásica y la leyenda urbana más moderna; entre los personajes curiosos históricos, como Caruso, hasta los más actuales, como el rapero Arkano; entre leyendas urbanas y leyendas sobrenaturales, como el enigma de la casa Prytz de Benalúa, que se decía que estaba maldita y llena de fantasmas porque su propietario celebraba orgías, pero en realidad eran ladrones que saqueaban el edificio por las noches.

«Intento que la página siguiente no se parezca en nada a la anterior, para intentar sorprender a cada nueva página», afirma el autor. Tanto, que incluso muchas de ellas son desconocidas para la mayoría de la gente. «Cuando lo leen me dicen que no había oído muchas de ellas, pero lo que intento es despertar la curiosidad, si alguien quiere profundizar en algún tema hay muy buenos libros más extensos para ello».

Y aunque el objetivo primordial de estas pildoritas no es el pedagógico, es consciente del valor que puede tener para enseñar de una manera diferente la historia. «No es el fin principal el pedagógico, pero yo soy maestro y ha habido gente que me ha dicho que para estudiar historia en primaria es un buen método porque a los niños les gusta al ser historias cortitas y que no llevan demasiados datos ni fechas; después de haberlo leído te acuerdas por la anécdota». Incluso, asegura, tiene un valor en el mercado turístico, ya que «son detalles que a la hora de hacer un recorrido por la ciudad par aun visitante son cosas curiosas, que llaman la atención».

Después de Alicante, José Vilaseca continuará rumbo al sur. Murcia y Cartagena le esperan.