Buenismo, postureo, posverdad y aporofobia son algunas de las nuevas palabras incluidas desde ayer en el Diccionario en línea de la Real Academia Española, según anunciaron ayer el director de la institución, Darío Villanueva, y la directora del texto, Paz Battaner.

El Diccionario ha incorporado 3.345 modificaciones entre nuevas palabras (adiciones de artículos), definiciones (adiciones de acepciones), matizaciones en las definiciones (enmiendas de acepción de forma compleja) y supresiones de vocablos que ya no se utilizan.

Junto a aporofobia (fobia a las personas pobres o desfavorecidas), en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) pueden encontrarse ya palabras como buenismo, que se define como «actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia».

También cliquear o cliqueo, como acción de cliquear o clicar en informática. Una palabra que la RAE prefiere frente a pinchar: «Tenemos ambas pero la RAE prefiere clicar», explicó Villanueva.

Postureo se define como «actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción», mientras que posverdad aparece como «distorsión deliberada de una realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales».

También ha sido admitida la palabra pasada como algo «exagerado, extraordinario o fuera de lo normal», o nota como «persona a la que le gusta llamar la atención o que tiene un comportamiento inconveniente».

Otra de las nuevas definiciones incluidas es la de bocas como «bocazas», así como la adición de la forma acoso escolar, que define como el acoso en centros de enseñanzas que uno o varios alumnos ejercen sobre otro con el fin de denigrarlo y vejarlo ante los demás.

Pinqui, «prenda femenina que cubre la planta, el talón y los dedos del pie y que se pone para proteger este del calzado», tiene también su sitio en el diccionario, que en materia gastronómica ha incluido también hummus o kosher, además de umma (comunidad de los creyentes del islam) o la ley religiosa islámica sharía.

Entre las novedades también aparece amusia como «incapacidad de reconocer o reproducir tonos o ritmos musicales» o biocida, «que destruye seres vivos, particularmente perjudiciales para el ser humano», así como cracker definido como «pirata informático», al igual que hacker, que incluye la acepción de «persona experta en el manejo de computadoras, que se ocupa de la seguridad de los sistemas y de desarrollar técnicas de mejora».

Otras inclusiones son discinesia (falta de coordinación muscular en los movimientos), espadón (en la acepción coloquial de militar golpista), mariposear (andar o vagar de un lugar a otro cambiando de objeto de interés sin propósito establecido), especismo (discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores) o comadrear (chismear, murmurar)

Fue hace tres años cuando la RAE publicó la última edición del diccionario, la cual hace la número 23 (la primera fue en 1780), que ahora se ha modificado en su edición digital. Está previsto que se cierre el año con un total de 1.000 millones de consultas, frente a los 600 millones que tuvo en 2016.

Algunas palabras «obsoletas» han desaparecido del diccionario, de tal forma que 20 vocablos en desuso han sido suprimidos de la versión digital. Un ejemplo, inceptor (persona que comienza o inicia algo) ya no está en el DLE.

Villanueva tiene la intención de convertir en una tradición la actualización presentada ayer, de tal forma que los meses de diciembre se darán a conocer los cambios introducidos en el DLE.

El presidente de la RAE aprovechó la presentación de la nueva versión del Diccionario en línea para hacer un llamamiento contra la incorporación «indiscriminada» de anglicismos en la lengua castellana.

La RAE no está «en modo alguno» en contra de incorporar extranjerismos a la lengua española y no es «purista» en ese sentido -términos como táper, trávelin, fair play o container también han sido incluidos- pero quiere levantar su voz, insistió Villanueva, contra «el uso incomprensible» de «anglicismos innecesarios».