Cuatro gotas, cinco siendo generosos, y la ciudad se para, el tráfico se colapsa y las luces de Navidad de la Avenida de la Estación se apagan. Pero, a ellas ni la lluvia y ni mucho menos un cáncer las para. Le han dado carpetazo a la enfermedad, pero no olvidan porque «olvidar es una opción respetable pero nosotras recordamos ayudando a las demás», dice Loreto Brotons, presidenta de APAMM. Junto a ella están Pilar Muñoz, secretaria, y Serotina Moya, socia. Y gracias a ese recuerdo que mantienen estas y otras mujeres que han superado la dura prueba, la asociación presta servicios gratuitos a enfermas de cáncer de mama. Para ofrecerlos, a parte de las subvenciones de las instituciones, se buscan la vida y organizan todo tipo de eventos para subsistir.

El viernes, Clown Destino Teatro interpretó la obra ¿Microma Qué? y la recaudación de taquilla fue destinada íntegramente a la asociación. Por segundo año consecutivo, Clan Cabaret acogió este evento solidario.

En la puerta, Mamen Serrano, propietaria del mítico local, su madre, también, padeció un cáncer de mama. Ella misma se encarga de cobrar las entradas. Siempre ha sido una mujer comprometida porque «cuando la gente lucha y se mueve por algo, lo justo es echar una mano». Hace unos meses saltó la noticia de que, después de casi 30 años al frente, dejaba la legendaria sala cediendo la gestión a un nuevo equipo. Desde ese momento, confiesa que «no dejé de llorar, aunque mi familia y amigos se alegraron mucho, algunos me dijeron que ya era hora?». Lo cierto es que la operación de cambio de gerencia se anuló y Mamen dejó a un lado el llanto. Y continuo haciendo lo que se le da tan bien.

La tarde noche del viernes la sala se llenó una vez más, a pesar de la lluvia... En esta ocasión, para ayudar a las mujeres con cáncer de mama a través del teatro. «Es una gran oportunidad para normalizar la situación, ¡que se puede! ¡que se sale!», dice Loreto. Ella sabe de lo que habla. Ella también salió.

Y el mismo día, una hora más tarde? Vittorio Cataldo celebraba su 30 aniversario con una fiesta en su universo de moda masculina, en la popular calle de las setas. El comerciante ha vestido a empresarios, futbolistas, misters, actores, cantantes, gente de a pie, de aquí y de allá.

Resuena su inconfundible acento italiano, lo conserva intacto desde que llegó a Alicante en 1986. «¡Es marketing! ¡Business!... No, no lo hago adrede», bromea. «Seguro que en la intimidad hablas alicantino con ché incluido», le digo. Le da un ataque de risa al dandi, siempre perfecto.

Fue Vittorio quien trajo la moda italiana a Alicante, «¡el made in Italy original!. Además, tengo línea personal con mi nombre», me dice mientras me enseña el reverso de su chaqueta. En 2015 recibió el Premio a la Excelencia Profesional.

Reconoce que en los últimos tiempos, la situación ha sido difícil por la crisis y es que «2008 transformó Alicante, cerraron las mejores tiendas de moda de la ciudad. Yo he aguantado, pero ¡ojo! ¡Con mucho sacrificio!», se pone serio. Pero lo más gratificante es «vestir un novio y 25 años después que venga para que vista a su hijo».

En su fiesta de aniversario Vittorio, un siciliano que vino de Turín por amor a Alicante, celebró sus tres décadas arropado por su hijo Vittorio, clientes y amigos en una fiesta con un ambiente muy exclusivo en la que no faltó música en directo, panettone, cava y quesos.

Entre los asistentes, el vicecónsul de Argelia, Ali Yamouni, el empresario Houcine Adam, Cristina González de Alicante Blue Eventos, Andrea Confalonieri y Roberta Tanisi, Juan Luis Rodríguez de Sanitas, el letrado Gonzalo Pedreño, José María Jurado, Quique Martínez, MªJosé Rico, Jesús Izaguirre, Agustín Martínez, Antonio Soriano de COFA y el excomisario Alberto Rubio.