Un gélido frío congelaba México, pero la Monumental de Insurgentes se llenó en su máxima plenitud para acoger la esperadísima Corrida Guadalupana. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y los diestros de a pie Joselito Adame, José Tomás, Octavio García El Payo, El Juli, Sergio Flores, José María Manzanares y Luis David Adame trenzaban el paseíllo. Lo hacían en un cartel a beneficio de los damnificados del terremoto.

El alicantino José María Manzanares recibió con excelsa suavidad de capa a su toro donado por la ganadería de Xajay. Desde el principio se quedaba corto y tuvo que solventar tirando de técnica. Manzanares y su temple tuvieron paciencia para andarle al noble séptimo. Y llegó su zurda, con la que conquistó la plaza y la escuchó rugir. En especial dos tandas donde consiguió ligar todos los muletazos y hubo naturales para no olvidar nunca. Estocada marca de la casa y oreja.

Pablo Hermoso no consiguió trofeo, Joselito Adame consiguió dos orejas., mientras José Tomás hizo lo suyo y tras pinchar tuvo que conformarse con una oreja.