La mirada de Rafael Altamira jalona desde ayer los jardines de la Diputación de Alicante.Diputación de Alicante El presidente de esta institución, César Sánchez, inauguró un busto del ilustre humanista y anunció la creación de un departamento de Ciencias Sociales y Jurídicas que llevará su nombre en el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. De esta manera culminan los actos impulsados por el Gobierno Provincial para rendir homenaje al ilustre jurista con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, celebrado recientemente.

Durante el acto, al que también han asistido el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, las nietas del jurista, Pilar y Luz Altamira, y el director del Instituto Juan Gil-Albert, José Ferrándiz, Sánchez destacó la proyección a nivel mundial del alicantino, candidato en dos ocasiones al Premio Nobel de la Paz.

Tal como recordó el presidente, «Altamira es el intelectual más internacional que ha dado Alicante. El homenaje que nos une es un acto de justicia y al mismo tiempo de puesta en valor de nuestro legado, de un alicantino del que nos sentimos profundamente orgullosos. Por ello, y teniendo en cuenta su proyección internacional en el ámbito del Derecho, desde el Instituto Alicantino de Cultura vamos a crear el departamento de Ciencias Sociales y Jurídicas Rafael Altamira, cuyo objetivo será estudiar el derecho y la jurisprudencia, así como la realidad social pasada, actual y futura de nuestro territorio».

Historiador, jurista, pedagogo, pensador y gran americanista, Altamira fue catedrático de Historia del Derecho en la Universidad de Oviedo y de Historia de las Instituciones Política y Civiles de América en la Universidad Central de Madrid. Además, ocupó el cargo de senador en el Parlamento de la Restauración, fue miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y ejerció posteriormente como juez del Tribunal Internacional de La Haya promovido por la Sociedad de Naciones. Falleció en 1951 en su exilio de México, en cuya capital está enterrado.

Por su parte, el escultor Ruiz Guerrero es de origen malagueño pero vinculado desde joven a la provincia de Alicante donde ha dejado su huella con numerosas obras, sobre todo en el municipio de Crevillent, donde reside desde hace años. Tal como señaló Asencio, «el artista cuenta con una gran trayectoria profesional avalada por la calidad de sus trabajos y ha realizado con excelente maestría la réplica de uno de los alicantinos más insignes de la historia».

Asimismo, y enmarcada en este homenaje a Altamira, el Instituto Gil-Albert organizó por la tarde una jornada en torno a su figura en la que intervinieron Antonio Gil-Olcina, Agustín Bermúdez y Pilar Altamira. El encuentro tuvo lugar en la sede del Gil-Albert, la Casa Bardín.