¿Qué nos puedes contar acerca de Acuérdate ? ¿Toma como punto de partida El pasajero o es independiente?

El EP consta principalmente de tres canciones que no entraron, pero no porque fueran descartes -me dolía mucho no ponerlas-, sino porque era demasiado largo. Así que estoy muy contento de que ahora en este EP se hayan recogido. Además, hemos incluido para hacerlo más interesante una versión de una canción de Amparo ( Somos viento), un tributo a Lhasa de Sela y una canción de Aute muy bonita.

Casamance: la banda sonora de un viaje , el documental, fue dirigido por Paloma Zapata. ¿Qué tal la experiencia?

Pues hombre, siempre hay curvas; los caminos interesantes nunca son asfaltados. Pero esas curvas son las que hacen que valores mucho más lo que estás viviendo. Gracias a la visión de Paloma Zapata y su gran realización todos somos un poquito mejores. Los que participamos aprendimos mucho del África occidental.

Trata sobre la búsqueda de un griot, algo así como un narrador de historias.

Exactamente. Con la excusa de encontrar a esa persona, o más bien su estela -alguien que le hubiera conocido, le hubiera influido-, pudimos mostrar una serie encuentros musicales y presentar un poco lo que era el día a día allí.

La primera vez que lo vi me recordó Searching for Sugarman , pero en Depedro.

[Risas] Bueno, sí. Tienen en común que utilizan la música de vehículo.

¿Y África es la fuente de todo?

De mucha música popular, desde luego.

Su último álbum, El pasajero , está grabado junto a Calexico y también has contado con Gaby Moreno, Bunbury, Naim Amor, Tom Hagerman y los músicos de la filarmónica de Devotchka.

Me costó mucho tiempo encontrar la inspiración para terminar las canciones. Luego decidí ir a casa, mi segunda casa, que es Tucson, donde viven mis compañeros de viaje, Calexico; allí, a lo largo de los años, he aprendido un lenguaje común con ellos, y me ayudaron a grabar el disco. Luego conté con la producción de Craig Schumacher, que sugirió echar mano de tres músicos de la Sinfónica de Tucson, y Tom Haggerman, de Devotchka, hizo los arreglos. Gabi Moreno se hizo los coros del disco en una mañana, y Bunbury fue muy generoso para ayudarme a darle luz a la canción que habla de la ciudad de México ( DF). En fin, no me puedo quejar.

No sé si será el efecto Bunbury, pero encuentro puntos comunes en el sonido de este disco y aquel Pequeño suyo.

Lo he escuchado, y quien diga que Bunbury no ha abierto caminos por los que hemos transitado después, está mintiendo, porque es un inconformista y una persona que se ha reinventado muchísimas veces.

Para El pasajero ha tardado casi tres años. ¿Pasó algún tipo de crisis creativa?

La realidad es que uno tiene bajones también, y no encontraba la manera. El documental y la sugerencia de Paloma me ayudaron bastante con esto.