Measha Brueggergosman, soprano

Yaron Traub, director

Unos meses antes de su regreso a su querida Alemania (mayo de 1949), para morir en su casa de Garmisch en septiembre del mismo año, Richard Strauss finalizó las Cuatro últimas canciones ( Vier letzte Lieder). El compositor y director de orquesta, que junto con Gustav Mahler representa el florecimiento tardío del romanticismo germánico después de Richard Wagner, vivía en Suiza tras su destierro por las autoridades aliadas por sus buenas relaciones con el régimen nazi cuando aceptó la presidencia de la Reichmusikkammer. En 1935 fue condenado por el hitlerismo por su defensa del escritor judío Stefan Zweig, libretista de su ópera La mujer silenciosa; se retiró de la función pública refugiándose en su villa de Garmisch, lo que no impidió su posterior destierro tras la victoria de los Aliados. En Suiza, desolado y con más de ochenta años de edad, aún tuvo fuerzas para escribir dos páginas inmortales: las Metamorfosis, para 23 instrumentos de cuerda (1944-45), y estos Cuatro últimos Lieder (1946-48) que hoy escucharemos. Son una pieza exigente para la voz de soprano, el registro vocal favorito del compositor -su esposa, Pauline de Ahna era soprano-, rodeada por una gran orquesta sinfónica en la que interviene de forma destacada la trompa, el instrumento del que su padre, Franz Strauss, era solista. El texto de los tres primeros poemas ( Primavera, Septiembre y Al irme a dormir) es de Herman Hesse y el cuarto ( En el ocaso), que fue el primero que musicó Strauss, de Joseph von Eichendorff. Los cuatro versan sobre la cercanía de la muerte y la serena aceptación del destino. El compositor no vivió para escuchar estas canciones. El estreno fue en Londres el 22 de mayo de 1950 con la Orquesta Philharmonia dirigida por Wilheim Furtwängler, el otro gran director alemán también separado de su puesto al frente de la Filarmónica de Berlín al finalizar la II Guerra Mundial.

El compositor, organista, violinista y director de orquesta Edward Elgar se dió a conocer en 1899 con las Variaciones Enigma para orquesta, obra que precedió a sus oratorios y canciones profanas. Por esos años pensó escribir una sinfonía en honor del general Gordon, pero abandonó el proyecto. Luego compondría dos sinfonías y dejó muy avanzados los bocetos de una tercera. La Sinfonía número 2", que hoy escucharemos, fue comenzada en octubre de 1909. Tras un tiempo de abandono fue retomada y finalizada el 29 de enero de 1911. El 24 de mayo de 1911 fue estrenada bajo la dirección del autor. Elgar quería dedicársela al rey Eduardo VII pero éste falleció en 1910 por lo que la obra apareció dedicada a «su difunta Majestad, el Rey». La obra no fue recibida con el mismo entusiasmo que su primera sinfonía por lo que no volvería al repertorio orquestal hasta que en 1920 sir Adrian Boult la volvió a dirigir. La partitura contiene una leyenda («Rarely, rarely, comest thou, Spirit of Delight») que es una cita de Shelley evocada tanto en el tercer compás del primer movimiento como en la parte final del Moderato e maestoso con el que cierra la obra. El segundo movimiento, Larghetto, es el más inspirado por la muerte de Eduardo VII, tanto por la introducción de un tema funebre (flautas, clarinetes, trompetas y trombón) como por la presencia de varias melodías elegíacas (corno inglés y oboe).