El president de la Generalitat, Ximo Puig, dijo ayer que la ciencia es el «mejor antídoto» contra el «fanatismo» e instó a aprender de sus protagonistas y a aceptar «la diversidad en un marco de igualdad para todas las personas».

«Ninguna verdad de parte es definitiva y, por tanto, jamás se puede justificar la ruptura de la convivencia», afirmó Puig en la entrega de los vigésimo novenos Premios Rey Jaime I en un acto en la Lonja de València y presidido por la reina Letizia. Los premiados son Fernando Martin en Investigación Básica, Carmen Herrero en Economía, Josep Dalmau en Medicina Clínica, Anna María Travaset en Protección del Medio Ambiente, Susana Marcos en Nuevas Tecnologías y Alicia Asín en Emprendedor.

La reina Letizia aseguró que España es una tierra de hombres y mujeres «capaces», de ciudadanos «dispuestos a mejorar y a convivir en torno a los mejores valores». Aunque estaba previsto que el acto estuviera presidido por los Reyes, la situación en Cataluña ha motivado que finalmente fuera la Reina quien entregara los premios, dotados con 100.000 euros en cada una de sus seis categorías, y señaló que don Felipe lepidió que trasladara «todo su cariño y afecto. Le encantaría estar hoy aquí».

«El conocimiento, la ciencia, la educación, la cultura, la innovación, es lo que nos seguirá conduciendo al lugar en el que, cada uno desde su responsabilidad, continuaremos creciendo como un país en una España mejor y más justa», señaló la Reina, quien durante su intervención intercaló frases en valenciano.

Puig señaló que los valencianos quieren «reivindicar un país de razones, frente a la confrontación de emociones. Un país de ciencia que apuesta por su talento, un país que sume racionalidad y sentimiento». Según el president, tras los científicos «no solo se encuentra la clave de cualquiera progreso, sino también los mejores atributos de un país socialmente avanzado», y destacó que la ciencia «representa el conocimiento que supera las fronteras».

Doña Letizia explicado algunos de los logros de los premiados y destacado que los galardonados hayan expresado su deseo de «emplear la dotación del galardón para mejorar el contrato de algún becario, en arreglar el laboratorio o reinvertir lo ganado en seguir haciendo ciencia, en continuar investigando, en no dejar de emprender». Y Puig abundó que «pocos reconocimientos son más necesarios» en nuestra sociedad que los científicos porque tras ellos no solo está la clave de cualquier progreso, sino también los «mejores atributos» de un país.