El actor Federico Luppi, icono del cine argentino y español con cinco décadas de prolífica carrera escénica, murió ayer en Buenos Aires a los 81 años tras no superar las complicaciones de un hematoma cerebral que se le formó el pasado abril tras sufrir una caída en su domicilio.

El intérprete, nacido en la localidad bonaerense de Ramallo en 1935, no pudo recuperarse de un mal tropiezo que le dejó un golpe en el brazo y la cabeza y le produjo un hematoma por el que hace seis meses tuvo que ser intervenido en la Fundación Favaloro de la capital argentina, el mismo centro hospitalario en el que murió.

La actriz y guionista española Susana Hornos, casada con Luppi desde 2003, había explicado ayer que el actor se encontraba «con los altibajos normales de estos cuadros», después de haber permanecido varios meses con asistencia médica en su casa de la capital argentina.

Sinónimo de elegancia ante las cámaras, el argentino deja atrás más de cinco décadas en las que su trabajo se ha visto reconocido por una amplia diversidad de premios, como la Concha de Plata del Festival de San Sebastián por su papel en la coproducción hispano argentina Martin (Hache) ( Adolfo Aristarain, 1997).

«Nuestras condolencias a su compañera, la actriz Susana Hornos, familiares, entre ellos su nieto el actor Juan Luppi, amigos y a quienes han compartido el trabajo con él», expresó la Asociación Argentina de Actores, que hizo hincapié en la extensa carrera de un actor que se inició en la televisión en 1964 con la telenovela El amor tiene cara de mujer.

Al año siguiente, filmó su primera película, Pajarito Gómez, a la que siguieron un centenar de títulos en Argentina y en España, donde obtuvo la nacionalidad.

Tiempo de revancha (1982) y Un lugar en el mundo (1992), de Aristarain; La vieja música (1985), de Mario Camus; y Cronos (1993) y El espinazo del diablo (2001), de Guillermo del Toro son apenas una pequeña muestra de su filmografía más premiada.

«Federico Luppi se ha ido. Nuestro Olivier, nuestro Day Lewis, nuestro genio, Mi amigo querido. Hombre bueno y leal. Adiós Federico», escribió ayer Del Toro a través de Twitter.

Antonio Banderas, con quien Luppi coincidió recientemente en el film Los 33 , apuntó que fue un «gran referente de la interpretación mundial. Gracias por todo».

El también argentino Juan Diego Botto, coprotagonista en Martin (Hache), se mostró «desolado» y consideró que el mundo es «más gris» por la ausencia de un «inmenso ser humano» y un «grandísimo actor».

La relación de Luppi con España se afianzó cuando en la última dictadura militar argentina (1976-1983), aprovechó para trabajar en ese país donde se instaló en 2002, tras estallar la crisis de Argentina. El octogenario artista, que tuvo tres hijos, criticó fuertemente las políticas del Gobierno de Mauricio Macri y afirmó que le costaba cubrir sus gastos a fin de mes.