"La comprensión alcanza al rebelde", reseña el chamán Emilio Fiel. Licenciado en Economía, Miyo ofrece hoy una charla en la Agencia Local de Desarrollo de Alicante (Jorge Juan, 21) a las 19 horas en honor al voluntariado. Antes, a las 17 h., es el turno para el escritor Koldo Aldai.

Regresa a Alicante en menos de un año para hablar bajo el título "Del aislamiento social a la conciencia colectiva".

Sí. El subtítulo es "atravesando ese largo y espinoso camino que conduce de la sombra personal al viaje del alma y de la liberación del ego a la entrega desinteresada".

Espíritu de servicio.

La vida empieza como la sociedad nos lo permite. Con esquemas muy estructurados. Por movernos en los cauces de sentirte útil, de tener conocimientos.

¿Qué provoca?

Que se acumulen muchos bloqueos, miedos y sombras sin resolver.

¿Hasta qué€?

Unes lazos con la naturaleza, acudes más al bosque, duermes bajo el cielo alguna vez€ Son pocos los que han vivido esta pequeña experiencia.

¿Y eso?

Una de las primeras cosas es unir el ego, lo que aceptamos de nosotros mismos, con la sombra, lo que rechazamos, ignoramos o posponemos.

¿Para entender la sombra hay que privarse de ego?

No, no. El ego se ve siempre como un enemigo pero es un aliado. Puedes tener experiencias internas profundas además de un ego fuerte. La primera cosa es tener energía, visión, autonomía€

"Es libre el que vive de acuerdo con su elección", dijo Epicteto.

Hay que salir fuera de dos puntos muy importantes para lograr la libertad: la obediencia y la devoción.

No venderse a nadie.

Dios somos nosotros.

¿Quiénes alcanzan mayores niveles de conciencia?

La comprensión alcanza siempre al rebelde.

Ahá.

Y para serlo no hace falta hacer daño pero sí es necesario preguntarse por la razón de las cosas y volverse crítico con nuestra forma de vivir.

¿Qué ve a su alrededor?

Que cada vez hay más personas que no quieren formar parte del esquema productivo. Hoy se dice que los empleos de dentro de 10 años habrán que inventarlos todos.

Esperemos que quede alguno.

Nadie va a estar en una cadena industrial poniendo tornillos toda su vida. Eso no debe existir y además no debemos desearlo para nuestros hijos.

Por eso estamos en un momento importante. Parece estar todo en el aire.

Es que está todo en el aire y a punto de explotar.

El tema es que explotar es un bien, para muchos, no un es mal.

Y como ejemplo el asunto Cataluña-España.

Cataluña es una parte de nuestro Apocalipsis, que lo que tiene que lograr es desarrollar la conciencia. Solo faltaría.

Si hubiera diálogo no estaría mal.

Esto es una oportunidad. Sentarse en el sillón es lo único que te vuelve tonto.

La realidad está complicada. Como apunta Iñaki Gabilondo: "Podríamos tener la próxima semana una Comunidad Autónoma retenida y una República Independiente proclamada".

Es que no hay otra manera para avanzar en esta Tierra que meter la pata. Aunque la libertad es necesaria. Cada vez que un hermano se desmarque aprovechemos para que todos aprendamos algo. Es natural, para que hablemos, para que entendamos, para que quitemos fantasmas del medio.

Da la sensación que ahora estamos experimentando un conflicto permanente.

Si tienes miedo creas fantasmas. Es el momento en que sintamos la unidad de todas las cosas, como la gente que sirve a los demás.

Más voluntariado y menos competencia social.

La lucha por el liderazgo yanki ha podrido la Humanidad. Ese juego de yo soy el mejor, con la crisis que tenemos€

¿Cómo salir de ella?

Aprender a vivir con pocas cosas, saber que sobrevivir es más fácil de lo que se nos ha vendido y que tenemos tiempo€ Es una gran lección darse cuenta que hemos conseguido cosas más relevantes en la pobreza que en la riqueza.

Ya.

Esto es como cuando el padre millonario lleva a su hijo a ver a un poblado gitano y cuando están de vuelta a casa, le pregunta: ´¿Has entendido algo de la lección de hoy?´ Y el hijo responde: ´Sí. Que somos muy pobres´. ´¿Cómo dices?´, replica el padre. ´Pues que nosotros vivimos en una habitación pequeña y ellos ven el cielo entero. Nosotros jugamos en un patio y ellos tienen la montaña´. De repente te das cuenta que los valores del niño son muy distintos a los del padre.

Bonita perspectiva.

El voluntariado es la unidad de las almas. Puede que se haga inconscientemente para conquistar a la chica de tus sueños, puede que se haga porque tienes que ir a algún lado. En general, en el voluntad de ir a los sitios donde de verdad hace falta ayuda.

¿Qué le parecen las ciudades?

Que no se puede respirar, entre ruidos y prejuicios. Y uno dice, ¿por qué estamos aquí?

¿Alternativas?

Si te quitas el transporte al trabajo, si prescindes del alquiler de la casa y varias cosas más, te vas al monte, plantas 20 lechugas y sobrevives. Quiero decir, ¡sobrevives con casi nada!

Un cambio importante.

Es que todo lo que ganas en la ciudad, te lo gastas en cosas que la ciudad come de ti.

Y la tendencia en España es la despoblación de las zonas rurales.

Eso viene de mucho tiempo atrás.

¿Cómo encarar el futuro entonces?

Con una personalidad ligera, un ego bastante limado y entrega. Así se produce el espíritu de voluntariado, una nueva apertura de este siglo. Como una llamada para estar en un sitio donde seas útil.

¿Qué le une a usted con el voluntariado?

Desde el año 77 al 87 conduje la comunidad más grande de Europa. Llegamos a vivir doscientas personas. Todo el trabajo era voluntario. Y yo de allí salí sin cuentas en Suiza, con la mismo que entré. Construimos pueblos, ayudamos a salir del mono a los heroinómanos, incluso llegamos a acuerdos con el Gobierno. Ahora, de vez en cuando, hacemos cosillas.

¿Cómo se toma que tilden Liuramae, su finca a las afueras de Borja, de secta?​

Cuando estaba en Arco Iris 9 mujeres dirigían la comunidad, decían que eso era un patriarcado y yo un tirano. No he tomado un decisión en lo grupal. No tenía cuenta corriente a mi nombre. Solo dirigía los trabajos. Fantasmas hay en todos lados. Lo increíble es que hablan de ello y ni siquiera han estado aquí.

¿Y qué hay allí?

Gentes libres, unidas y buenos guerreros. Somos 5, ahora mismo. De ser una secta sería un champiñón pequeñito.

¿A qué aspira?

A más conciencia, más vínculo con la naturaleza, más belleza...