El escritor Fernando Aramburu, reconocido ayer con el Premio Nacional de Narrativa 2017 por su obra Patria, afirmó ayer que, tras leer «algunas crónicas periodísticas» sobre la existencia de «familias cuyos miembros no se hablan y amistades que se han roto» por la situación que se vive en Cataluña, considera que «efectivamente están ocurriendo novelas en todas las casas y en todas las calles de Cataluña».

Así se expresó Aramburu tras recibir la noticia del galardón que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para distinguir una obra de un autor español escrita en cualquiera de las lenguas oficiales y editadas en España durante 2015 y está dotado con 20.000 euros.

Según el autor donostiarra, los acontecimientos que se están produciendo en Cataluña, «por supuesto», podrían ser el tema de un libro. «Allí donde hay seres humanos, hay novelas. Ahora bien, no creo que yo sea el escritor que deba o pueda escribir una novela a partir de los hechos que están ocurriendo estos días en los pueblos y en las ciudades de Cataluña», añadió.

Patria, la obra por la que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa, aborda unos años convulsos en el País Vasco. «Yo miro con mucha preocupación los hechos que ocurren en Cataluña, pero creo que hay unas grandes diferencias con respecto a lo que ocurrió décadas atrás en el País Vasco», explicó, para después añadir que «afortunadamente en Cataluña no opera una banda armada».

«Esto es un elemento muy importante a la hora de establecer distinciones. Me entristece ver la falta de sosiego, la falta de pedagogía política con que se llevan algunos asuntos. Veo demasiadas banderas por la calle de uno y otro color, y no creo que esto pueda llegar a construir una sociedad donde los ciudadanos se puedan desarrollar con normalidad», lamentó.

Respecto a la concesión del premio, el autor ha dicho que no se lo esperaba «en absoluto» y que ha sido «una sorpresa». «Yo estaba tan tranquilo en mi vida cotidiana, laborioso y de repente he recibido la comunicación del Ministerio y se acabó la tranquilidad, en el buen sentido de la palabra», explicó. «Estoy muy agradecido y es un gran honor para mí».

Sobre la dotación del galardón (20.000 euros), el autor de Patria bromeó diciendo que él no administra el dinero, ya que es tarea de su mujer. «No lo sé, de verdad»..

Nunca pensó, y sigue «sin comprenderlo», que fuera tener «tanta repercusión, tantas buenas críticas y tan buena venta», pero su único anhelo es seguir escribiendo cada día y hacerlo en el entorno vital que se ha creado.

Sobre la novela premiada, Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) recordó que la escribió «en soledad, con el mayor esmero e ilusión posibles. Tenía ciertas expectativas sobre todo por el contenido, por un tema que había tratado ya en otros libros, pero nunca he sido un escritor de las listas de los más vendidos». La novela toca, dice el autor, «un nervio de la época y eso interesa. Es la historia colectiva desde un punto de vista emocional».

«Ha pasado un año desde su publicación y sigue llamando la atención, suscitando comentarios y empieza a sonar en el extranjero: se ha editado y reeditado ya en Italia», señala el autor donostiarra.

«No existe mayor paraíso que la vida cotidiana, tranquila y serena. Soy un hombre hogareño. Este libro no me ha cambiado aunque me ha sacado de casa. Vivo en un barrio de Hannover donde los vecinos no me conocen por la escritura. Quiero seguir viviendo como hasta ahora, sin aventuras y sin grandes trastornos».

Como necesita, por muchos aviones que coja para cumplir con sus compromisos editoriales o recoger los premios que lleva ya cosechados por Patria, que haya «al final de cada día un tramo más» en lo que está escribiendo. De hecho ya tiene «varios libros terminados y entregados».

El jurado destacó de esta novela la «profundidad psicológica de los personajes, la tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, así como por la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País Vasco».

Aramburu (San Sebastián, 1959) es autor de Años lentos (2012) o El trompetista del Utopía (2003). También de Fuegos con limón (1996), Los ojos vacíos (2000), Bami sin sombra (2005), Viaje con Clara por Alemania (2010), Años lentos (2012), por el que obtuvo el Premio Tusquets, La Gran Marivián (2013), Ávidas pretensiones (2014), galardonado con el Premio Biblioteca Breve, y Las letras entornadas (2015).